Puñetazo diplomático en la mesa ayer en Viena. Por primera vez desde febrero del 2006, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) de la ONU condenó ayer a Irán por su controvertido programa nuclear y su falta de cooperación, y exigió la "suspensión inmediata" de la construcción de la planta de enriquecimiento de uranio de Qom. Incluso China y Rusia dieron ayer su voto a la resolución, que pasa a la mesa del Consejo de Seguridad cara a posibles sanciones.

Solo Venezuela, Malasia y Cuba votaron en contra, y otros seis países, entre ellos Brasil, se abstuvieron. Los otros 25 votaron a favor.

Irán respondió anunciando una reducción "al mínimo" de su colaboración con la OIEA y añadió que estudia "otras opciones" para enriquecer uranio distintas a la propuesta por este organismo.