China se ha adherido formalmente a los acuerdos alcanzados en la cumbre Copenhague, celebrada el pasado mes de diciembre en la capital danesa, y que supone la asunción de compromisos voluntarios de reducción o desviación de emisiones de CO2 para luchar contra el calentamiento del planeta.

De este modo, Rusia se ha convertido en el único gran contaminante que todavía no ha notificado que quiere adherirse al acuerdo, que ha sido suscrito por más de cien países. El documento recoge la creación de un fondo de 100.000 millones de dólares a partir del 2020 para hacer frente al cambio climático en los países más pobres y vulnerables, y establece que la temperatura del planeta no debería incrementarse por encima de los dos grados centígrados, aunque no compromete a los estados a medidas obligatorias para alcanzar este objetivo.

El acuerdo no pudo ser suscrito por unanimidad en la última Cumbre del Clima de Copenhague, por lo que la Convención de la ONU sobre Cambio Climático solo pudo "tomar nota" del texto, impulsado entre Estados Unidos, China, India, Brasil y Sudáfrica. Por este motivo, los países deben indicar formalmente su adhesión al documento.

Nueva estrategia de la CE

La Comisión Europea (CE) ha dado a conocer hoy en Estrasburgo (Francia) su nueva estrategia para hacer frente al cambio climático, tres meses después del fracaso de la cumbre de Copenhague, a la vez que ha admitido que parece poco probable lograr un acuerdo global vinculante a finales de año en la cumbre de la ONU en México."Nadie desearía más que yo que pudiésemos dejar todo hecho en México, pero las señales procedentes de varias capitales de grandes (países) emisores desafortunadamente no lo hacen posible", ha señalado en un comunicado la comisaria europea de Acción por el Clima, Connie Hedergaard.

El Ejecutivo comunitario ha explicado que la Unión Europea (UE) está lista para cerrar un acuerdo en México, pero que otros países parecen no estarlo, lo que podría retrasar el acuerdo hasta 2011. "El cambio climático solo puede ser controlado si todos los grandes emisores toman medidas", ha añadido Hedergaard.

Oportunidad perdida

Según la comisaria, que ejerció de anfitriona en la cumbre de Copenhague cuando aún era ministra de Clima de Dinamarca, el mundo dejó pasar entonces una "oportunidad única" al no lograr llegar a un acuerdo internacional para sustituir el Protocolo de Kioto en 2013.

En este contexto, la UE ha propuesto aplicar con rapidez los elementos que sí fueron acordados en la capital danesa el pasado diciembre como la entrega de 30.000 millones de dólares (22.143 millones de euros) entre el 2010 y el 2012 a los países en desarrollo para ayudarles a combatir el calentamiento global, a los que la UE aportará 7.200 millones de euros.

Asimismo, Bruselas se ha comprometido a trabajar con los estados miembros y el Parlamento Europeo (PE) para que la UE desempeñe un papel activo en las negociaciones y continúe presionando para lograr un "acuerdo global fuerte y legalmente vinculante en el que participen todos los países".