Esta vez no hubo abrazos ni declaraciones de amistad. El presidente de Francia, Jacques Chirac, recibió ayer a José María Aznar en el palacio del Elíseo con una frialdad que no conocían desde hacía tiempo las relaciones bilaterales. Guardando con esfuerzo las normas elementales de cortesía, Chirac echó en cara al presidente español su postura belicista en la crisis de Irak y reprobó la resolución proclive a la guerra que España ha remitido junto a EEUU y Reino Unido al Consejo de Seguridad de la ONU.

El encuentro, solicitado por Aznar, evidenció el difícil momento que viven las relaciones hispano- francesas por cuenta del conflicto iraquí. El presidente español no facilitó el clima de concordia: horas antes de la reunión, en una entrevista a la COPE, relativizó el peso de Francia en la UE ampliada y arremetió con tono burlón contra el memorando que Francia, Alemania y Rusia remitieron al Consejo de Seguridad para pedir cuatro semanas más de plazo al trabajo de los inspectores.

BREVES DECLARACIONES

Tras el almuerzo de trabajo, que duró una hora justa, Chirac y Aznar comparecieron con rostros circunspectos ante los periodistas e hicieron sendas declaraciones que, pese a su brevedad, evidenciaron el abismo que los separa.

Chirac dijo compartir con Aznar el objetivo del desarme de Sadam, pero subrayó que hay "cierta divergencia" sobre la forma de hacerlo. "Francia considera que es posible llegar al desarme por la vía pacífica y las inspecciones", sentenció Chirac, dando así por sentado que Aznar apuesta por la guerra. Y añadió: "Hay que hacer todo por evitar la guerra, que es la peor solución y supone un fracaso de la vida internacional".

Soslayando la divergencia apuntada por Chirac, Aznar dijo que la posición española se centra en tres bases: que la ONU gestione la crisis, que se busque el mayor consenso posible en la comunidad internacional y que "la presión máxima es la mejor garantía de una solución pacífica".

El presidente español, que suele exaltar la colaboración de EEUU en la lucha anti-ETA al explicar su apoyo a George Bush, agradeció a Chirac su cooperación en la misma materia. Pero fue un agradecimiento envenenado, pues añadió: "Si la decisión de combatir el terrorismo debe ser fuerte, la cooperación internacional debe ser importante, tanto en el terrorismo de España como en los demás". Una forma de exigir a Chirac más severidad con el régimen de Bagdad, al que Aznar y Bush vinculan con el terrorismo.

NUEVO ENFRENTAMIENTO

El enfrentamiento prosiguió en la única pregunta que permitieron a los medios y que versó sobre una posible fórmula de compromiso en la ONU. Chirac fue tajante: "La posición francesa es sencilla. No vemos ningún motivo para apartarnos de la resolución 1441. No hay motivo para otra resolución". Aznar dijo que la nueva resolución busca garantizar el "papel central" de la ONU y la "máxima presión" sobre Irak.

Aznar se reúne hoy con el Papa y, antes de volver a Madrid para recibir esta noche a Tony Blair, se entrevistará con el jefe del Gobierno italiano Silvio Berlusconi.