El presidente francés, Jacques Chirac, inició ayer una ronda de llamadas telefónicas para expresar personalmente su indignación a los líderes de Portugal, España, Gran Bretaña, Italia y Dinamarca por su manifiesto pronorteamericano, que rompe la línea de actuación común pactada en la Unión Europea (UE) en una cuestión tan esencial como la guerra, según indicaron a este diario fuentes diplomáticas. El polémico artículo también fue suscrito por Polonia, Hungría y la República Checa, futuros miembros de la UE. Luego se añadió Eslovaquia.

El presidente del Parlamento Europeo, Pat Cox, criticó el artículo de los ocho por romper el consenso comunitario: "Estaría más contento si los líderes europeos pasaran más tiempo buscando un consenso en lugar de emprender iniciativas propias".

DESACREDITADOS

El primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, mucho más duro, calificó la iniciativa de "muy lamentable, escandalosa e insolidaria" en una entrevista al diario alemán Die Welt . Los signatarios del manifiesto quedan desacreditados para "desempeñar una función en la cúspide de la UE", añadió Juncker, en referencia a las aspiraciones del presidente del Gobierno, José María Aznar, y del primer ministro británico, Tony Blair, de liderar la UE.

El alineamiento de Aznar al lado de Blair, en abierto desafío a Francia y Alemania, le costará muy caro a España económica y políticamente en la UE, indicaron fuentes diplomáticas. Aznar, precisaron las citadas fuentes, se ha aliado con Blair, que defiende las políticas comunitarias más perjudiciales para España, como un drástico recorte de las ayudas agrarias y regionales.