El presidente francés, Jacques Chirac, intervino ayer por tercera vez en esta semana para pedir al Gobierno y a los interlocutores sociales, incluidos los sindicatos de estudiantes, que abran negociaciones "lo más rápidamente posible". También hizo un llamamiento pidiendo " responsabilidad" cara a la movilización interprofesional de hoy --que se espera multitudinaria-- para evitar enfrentamientos violentos como los que marcaron el final de la marcha de los estudiantes el jueves en París.

La intervención presidencial coincidió con un último sondeo del instituto CSA según el cual más de dos terceras partes de los franceses apoyan la exigencia de los estudiantes, sindicatos y partidos de izquierda de que se retire la ley de contrato de primer empleo (CPE) que permite el despido de los jóvenes durante sus primeros dos años de trabajo.

Chirac insistió en que el controvertido CPE "es un elemento importante de la política de lucha contra el paro", aunque reconoció que puede mejorarse. Sobre todo en los que concierne a la posibilidad de despido sin justificación, según dio a entender ayer el ministro de Asuntos Sociales, Jean Louis Borloo.

ULTRAS DETENIDOS Entre las 187 personas detenidas en los enfrentamientos de los jóvenes con los antidisturbios hay numerosos militantes de ultraderecha. Entre ellos, Alexandre Ayroulet, responsable de juventudes del Frente Nacional de Jean Marie Le Pen. Otros dirigentes y militantes de grupúsculos ultras figuran también entre las 77 personas que seguían detenidas ayer.

Los violentos enfrentamientos que se registraron hasta altas horas de la noche alrededor de la emblemática Universidad de la Sorbona de París se saldaron con 92 policías y 18 manifestantes heridos. Según el ministro de Interior, Nicolas Sarkozy, los responsables de la violencia fueron militantes de extrema izquierda y de ultraderecha, "hooligans " y gamberros de otros barrios.

En el barrio de la Sorbona la gente tiene la impresión de estar efectuando un "viaje al pasado" según explicó a la TV una vecina, Catherine, que a sus 50 años dice recordar que "todo comenzó de la misma manera". Pero para los jóvenes, "Mayo del 68 está sobre todo en la cabeza de los viejos y de los profesores que intentan revivir su juventud".

POSICION FIRME Por su parte, el primer ministro, Dominique de Villepin --"firme y dialogante", según sus colaboradores--, se reunió con los rectores de las universidades para tratar de buscar salidas a la crisis. El problema es que algunos de ellos han hecho públicos comunicados donde reclaman la retirada del CPE. El consejo de rectores pidió "un gesto enérgico" del primer ministro para apaciguar el conflicto. "No podemos seguir en esta situación y creer que el movimiento se parará por sí mismo" advirtió Yanick Vallé, presidente del consejo.

Los franceses están cada vez más a favor de que se retire el contrato. Los que reclaman la supresión del CPE han pasado del 55% la semana pasada al 68%, según un sondeo de CSA publicado ayer por Le Parisien . Cuestionados sobre la gran manifestación de hoy, el 63% de los encuestados dicen apoyarla o "tener simpatía" por el movimiento. Sólo el 27% se declaran totalmente hostiles. Estos porcentajes son comparables a los del 7 de marzo, día en el que salieron a la calle entre 400.000 y un millón de personas. Para hoy, los sindicatos esperan superar el millón.