La Agencia Central de Inteligencia (CIA) ha capturado a unas 3.000 personas desde el 11-S, incluyendo a varios dirigentes de Al Qaeda, en el marco de su campaña para atrapar en el extranjero a presuntos terroristas y después someterlos a interrogatorios en prisiones secretas como las establecidas en países del este europeo. Así lo publicó ayer el diario The Washington Post , que cita a fuentes de la agencia estadounidense de espionaje, según las cuales, unas 40 detenciones resultaron erróneas.

Dado que el sistema judicial de EEUU no tiene jurisdicción sobre las detenciones efectuadas por la CIA en su campaña antiterrorista secreta, el inspector general de la agencia está investigándolas. "Cogieron a la gente equivocada", declaró al Post un miembro de la CIA. "En algunos casos, los capturados sólo estaban vagamente relacionados con el terrorismo", agregó. Uno de los aprehendidos resultó incluso ser un profesor universitario cuya relación con Al Qaeda era haber suspendido a uno de sus miembros, según el Post .

ERROR DE IDENTIFICACION En el caso de Jaled al Masri --un libanés de origen alemán que denunció en Berlín los malos tratos de que fue objeto en un vuelo secreto-- su detención obedeció a "una corazonada" de la directora del Centro Antiterrorista de la agencia de espionaje. La responsable, cuya identidad se mantiene en secreto, "creyó que él era otra persona", según explicó al rotativo estadounidense un exagente de la CIA.

Como consecuencia, Masri fue retenido en Macedonia, enviado a Afganistán e interrogado durante cinco meses hasta que la Casa Blanca, en mayo del 2004, admitió su error. El embajador de EEUU en Alemania, Daniel Coats, comunicó al entonces ministro de Interior alemán, Otto Schily, que Masri sería liberado. La víctima demandará esta semana a la CIA ante la justicia estadounidense.

EL "BASURERO" La CIA ha enviado a una docena de personas capturadas por error a la prisión que EEUU mantiene en la base de Guantánamo (Cuba), convertida en un "basurero" donde la CIA arroja sus equivocaciones, según declaró una fuente oficial.

La agencia lleva a cabo sus capturas al más puro estilo de Hollywood, con un equipo de agentes, paramilitares, analistas y psicólogos, que organizan la operación para capturar a la presa en mitad de una calle, un aeropuerto o en el campo.

Vestidos de negro y enmascarados, miembros de este equipo echan mano al presunto terrorista, le tapan los ojos, le desnudan, le aplican una lavativa y le dan drogas para dormir. Luego le visten con un pañal y un mono y le envían a algún país de Oriente Próximo --los que cooperan en el interrogatorio de prisioneros-- o a una cárcel secreta en Asia o el este europeo.