El científico que reveló al mundo los secretos del arsenal atómico israelí y que pagó por ello con 18 años de cárcel, Mordechai Vanunu, regresó ayer a prisión por primera vez desde su excarcelación en el 2004. Esta vez pasará tres meses entre rejas por negarse a cumplir seis meses de trabajo comunitario en el sector judío de Jerusalén, una pena que le fue impuesta por violar la condicional, al mantener contactos con extranjeros sin autorización. Vanunu había pedido al juez cumplir la pena en la Jerusalén palestina. Temía ser linchado en el oeste.

Antes de entrar en prisión, Vanunu cargó contra Israel, la prensa internacional y los países árabes. "Sois una vergüenza", dijo, y acusó a los servicios secretos israelís de devolverle a prisión por decir durante 24 años "nada más que la verdad". Fuera de Israel, muchos consideran a este judío un preso de conciencia y ha sido propuesto para el Nobel de la Paz.