La amenaza de una nueva catástrofe planea sobre la central hidroeléctrica siberiana Sayano-Shúshenskaya, ya que la acumulación de hielo en la presa podría provocar su destrucción, advierten dos científicos rusos citados hoy por el periódico "Gazeta". Alrededor de 25.000 toneladas de hielo se han acumulado al pie de los aliviaderos de la central, que en agosto del año pasado fue escenario de un accidente que causó 75 muertos e inutilizó las diez unidades generadoras de la mayor hidroeléctrica de Rusia y una de las más grandes del mundo.

"La situación se aproxima a un nivel crítico", sostiene el director del instituto Científico de Siberia por la Responsabilidad Global, Serguéi Pashenko, quien señala que el incremento de la masa de hielo puede provocar la caída de ésta y, como consecuencia dañar las instalaciones de la central.

El "iceberg" se forma por la congelación de la nube de gotas de agua que se produce al caer ésta por los aliviaderos y que alcanza una altura de hasta 200 metros que luego se precipita al pie del sistema. Hasta ahora nunca se habían empleado los aliviaderos de la central en invierno, pero la avería de agosto obligó a utilizarlos para reducir el nivel del embalse de cara al deshielo primaveral.

Según Alexandr Prokopchuk, del Instituto de Física Nuclear de la Universidad Estatal Lomonósov, la estacada de los aliviaderos fue calculada para soportar un peso de hasta 400 toneladas por metro, es decir, una masa de hielo de hasta 50 metros de altura, el doble de la que actualmente alcanza el "iceberg".

Pero el científico advierte de que con las actuales condiciones meteorológicas el hielo podría alcanzar esa altura crítica en "dos o tres semanas". "La estacada difícilmente soportará esa carga", indicó Prokopchuk, quien añadió que su destrucción y el elevado nivel de las aguas en el embalse suponen "una amenaza para la central en el período de deshielo".

La administración de la hidroeléctrica admite que la situación en la central Sayano-Shúshenskaya es extraordinaria, pero subraya que ésta no corre ningún peligro. "La situación realmente es extraordinaria. Teóricamente, la congelación total puede ser peligrosa para cualquier central hidroeléctrica. Pero en este caso no hay ningún riesgo de catástrofe", dijo a "Gazeta" Rasim Jaziajmétov, director de RusHydro, la estatal que gestiona las hidroeléctricas rusas.

Según Jaziajmétov, en la presa y en el territorio adyacente existe una red de sensores que controlan el estado técnico de toda la central. "Los datos confirman que el estado de la central hidroeléctrica se encuentra en los marcos de las magnitudes contempladas en el proyecto", subrayó el director de RusHydro.

Sus palabras fueron secundadas por el jefe de supervisión técnica de la central, Nikolái Stefanenko, quien aseguró que "al día de hoy no hay ni una sola cifra que hable del empeoramiento del estado de la central". La Sayano-Shúshenskaya, situada en el curso del río Yenisei, uno de los más caudalosos del mundo, tiene una presa de 245 metros de altura, 1.066 metros de longitud y 110 metros de grosor en su base.