Continúa el lento recuento de los votos tras las elecciones presidenciales y provinciales en Afganistán. A medida que pasan los días, las denuncias de "fraude masivo" van materializándose en informaciones concretas sobre gravísimas irregularidades que añaden nuevas sombras de duda a la legitimidad de los comicios presidenciales y provinciales del pasado 20 de agosto. El diario The New York Times , citando fuentes diplomáticas occidentales anónimas, informó ayer de que hasta 800 colegios electorales en regiones habitadas por pastunes --etnia del presidente afgano Hamid Karzai-- que nunca abrieron sus puertas han acabado enviando a la comisión electoral actas en las cuales se contabilizan cientos o miles de votos a favor del jefe del Estado saliente.

"Se trata de un fraude en masa", denunciaron dichas fuentes. Con cerca de las tres cuartas partes de los votos escrutados, Karzai encabeza el recuento con cerca del 49% de las papeletas, mientras que su exministro de Exteriores, Abdulá Abdulá, se mantiene en segunda posición, con un 32%. Las denuncias de fraude tienen una gran importancia, ya que las cifras actuales colocan a Karzai muy cerca de la mayoría absoluta --un 50% de los votos-- lo que le evitaría tener que jugarse la presidencia en una segunda ronda con Abdulá Abdulá, quien podría aglutinar el voto del descontento.

MAS IRREGULARIDADES Las irregularidades denunciadas por el diario estadounidense son amplias. Los simpatizantes de Karzai se apoderaron de otros 800 centros de votos y los emplearon para enviar a la comisión electoral actas con decenas de miles de votos en favor de Karzai. Según fuentes diplomáticas, en algunas regiones del sur el número de votos en favor del presidente saliente puede exceder al número de electores que acudió a las urnas en una proporción de uno a diez. En la provincia de Kandahar, por ejemplo, se han contado hasta 350.000 papeletas en favor de Karzai, pero se cree que solo 25.000 personas votaron.

Para intentar calmar las denuncias, la comisión electoral trata de dar muestras de efectividad frente a las tentativas de manipulación del proceso electoral. Según Zekria Barakzai, uno de sus dirigentes, hasta 200.000 votos fraudulentos han sido anulados durante el escrutinio, la mayoría procedentes del sur del país, granero electoral de Karzai.

Todo ello amenaza con salpicar a la Administración de Barack Obama, quien, en el periodo preelectoral, marcó distancias con Karzai. Si la victoria del actual presidente acaba por materializarse, es posible que Washington se vea obligado a defender durante los próximos cinco años a una institución considerada por la mayoría de los afganos como "ilegítima".

Los altos funcionarios estadounidenses han mantenido un prudente silencio acerca de las acusaciones de fraude. Pero, tal y como reconocen esas mismas fuentes, "la ausencia de declaraciones públicas no significa ausencia de la preocupación" por la evolución de los acontecimientos. "La preocupación crece" en Occidente "debido a la corrupción, la cultura y el tráfico de opio, el terrorismo y, ahora, el fraude electoral", valora Wadir Safi, profesor de la facultad de Ciencias Políticas en Kabul.

ENTREVISTA En una entrevista con el diario francés Le Figaro , Karzai se defendió de las denuncias de corrupción y contratacó acusando a EEUU de atacarle "bajo mano para que sea más dócil". "Pero a nadie le interesa un presidente dócil", espetó. Como método para contratacar, Karzai elevó el tono de sus críticas acerca de los daños colaterales causados por los bombardeos de las fuerzas extranjeras.