Los servicios consulares de la embajada española en El Cairo se han visto desbordados por el alud de peticiones de asilo político de ciudadanos iraquís que han huido de la guerra y de la violencia sectaria y han buscado refugio en Egipto. Según fuentes de la representación diplomática, hasta ahora han recibido cerca de 600 solicitudes solo en los últimos tres meses, pero todo indica que el problema puede ir a más.

Casi cada día se acercan a la sede diplomática iraquís que pasan a recoger el impreso para oficializar la petición. "Se ha extendido el rumor de que España otorga asilo a todo iraquí que lo solicite, lo que es falso. El problema es que ahora no sabemos cómo parar este fenómeno", reconoció ayer a este diario un funcionario de la embajada.

Las peticiones empezaron a mediados del mes de noviembre, pero se convirtieron en una auténtica avalancha en diciembre y no han parado a lo largo de las semanas que llevamos de este año.