Siria está dispuesta a cerrar su frontera con el Líbano si la ONU despliega sus tropas en la zona, según declaró ayer el ministro de Exteriores finlandés, Erkki Tuomioja, tras una reunión con su homólogo sirio, Walid Moallem, en Helsinki. "Cerrar la frontera traerá consecuencias negativas para la gente que vive en la región", declaró Tuomioja. En una entrevista a la televisión de Dubai, el presidente de Siria, Bashar al Asad, rechazó cualquier despliegue de la ONU en la frontera, alegando que esta intervención aumentará las rencillas ya existentes entre los dos países.