El dopaje no solo está presente en el deporte que realizan los humanos, los deportes de resistencia o incluso de equipo. Desde hace años la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) está alertando del uso de sustancias prohibidas que se administran a animales, que compiten, incluso, en modalidades incluidas en el programa olímpico, principalmente caballos. Ahora se ha sabido que Gerard Butler, considerado como uno de los mejores entrenadores de caballos del Reino Unido, ha sido sancionado con cinco años por dopar nada menos que a nueve caballos.

La Autoridad de Caballos Británica (BHA) emitió el castigo a Butler, después de que se comprobara que los caballos que cuidaba habían recibido diversas dosis de estanozolol, en principio, según ha defendido el entrenador y su equipo para "que las articulaciones de los animales mejoraran". El estanozolol es un esteroide anabolizante que se hizo famoso mundialmente en 1988, a raíz del positivo del velocista canadiense Ben Johnson en la final olímpica de Seúl, lo que le costó perder la medalla de oro.

"Los veterinarios me habían asegurado que las inyecciones que administrabamos a los caballos no vulneraban las reglas antidopaje", ha defendido Butler, que se ha convertido en el segundo entrenador británico sancionado por dopaje durante el 2013.