Un nuevo caso de "crimen de honor" en Pakistán, en el que cinco mujeres fueron enterradas vivas en un pueblo remoto de la provincia de Baluchistán (sudoeste), ha llevado a la detención hoy de tres familiares tras cobrar trascendencia por la presunta implicación de un alto cargo. El portavoz del Ministerio del Interior, Mukarrib Mukhtar, informó a Efe del arresto de tres parientes y del envío de una comisión de investigación al lugar donde ocurrieron los crímenes, pues "el ministerio no está satisfecho con el informe que ha enviado la Policía de Baluchistán".

El caso ocurrió hace más de un mes y fue denunciado el pasado 12 de agosto por la Comisión Asiática de Derechos Humanos (AHRC), pero sólo en los últimos días ha ocupado titulares por sus implicaciones políticas. Según los testimonios recabados por la AHRC, la causa del asesinato múltiple fue el intento de unas vecinas de la aldea de Baba Kot de casarse por lo civil con maridos de su elección, pese a la decisión en contra de los ancianos "notables" de su tribu, la de los "umrani".

Tres mujeres jóvenes y dos mayores se disponían a salir para el juzgado de Usta Mohamad, a unos 80 kilómetros de distancia de su aldea, cuando fueron secuestradas por un grupo de unas seis personas presuntamente liderado por Abdul Sattar Umrani, hermano de un ministro baluchi. El grupo las trasladó en jeep a la zona desértica de Nau Abadi, donde golpearon y dispararon a las menores y, estando aún con vida, procedieron a enterrarlas bajo tierra y piedras.

Las protestas de las mujeres de mayor edad, la madre y la tía de dos de las chicas, respectivamente, llevaron a los atacantes a empujarlas a la fosa y a enterrarlas vivas también, según la denuncia de la AHRC. Sucesos como éste no suelen tener gran repercusión en un país donde los "crímenes de honor" son una constante. La AHRC calcula que al menos 210 mujeres fueron víctimas de ellos en 2007.

No son la excepción

"Cada año, cientos de mujeres de todas las edades y todos los rincones del país son asesinadas en nombre del honor. Muchos casos no se conocen; casi todos quedan impunes", denunció la organización, que recordó que se trata de una "costumbre tribal" de los baluchis y los pastunes que sigue azotando al Pakistán moderno. "Por tradiciones tribales se cometen cientos de crímenes de este estilo en todo el país. En Baluchistán, de hecho, la cantidad de incidentes es de las más bajas. Pero no salen a la luz, no se registran ante la Policía y no hay mecanismos para investigarlos", explicó a Efe la portavoz de Unicef en el país, Antonia Paradela. Sin embargo, las implicaciones políticas de este caso han hecho que saliera a la luz.

La Comisión de Derechos Humanos de Pakistán, la organización defensora de derechos humanos más importante del país, pidió prudencia a la hora de acusar a alguien, porque los hechos "todavía no está claros". Su presidenta, Asma Jehangir, destacó hoy a Efe que "las acusaciones todavía tienen que ser sustanciadas, porque involucran a gente del Gobierno". El ministro Umrani pertenece al gobernante Partido Popular de Pakistán. Según la AHRC, su hermano estuvo implicado en un caso similar en 2006.

El pasado viernes, la polémica llegó a la Cámara Alta, donde un senador, Israrullah Zehri, pidió no dar más publicidad a un caso que se enmarca en "tradiciones tribales". Hoy, la Asamblea de la vecina provincia de Sindh aprobó una resolución de condena de los hechos, mientras el Ministerio del Interior se decidía a intervenir con el envío de una comisión de investigación a la zona. Según la cadena Dawn TV, hoy se exhumaron tres de los cadáveres de las mujeres. Los primeros detenidos son los padres de dos de las víctimas y el primo de una tercera, de acuerdo con Haider Baloch, oficial de la Policía del distrito de Nasirabad, citado por el canal Geo.