El Ayuntamiento de la ciudad flamenca de Merchtem, situada a unos 20 kilómetros al noroeste de Bruselas, ha adoptado esta semana por unanimidad un nuevo reglamento para prohibir el uso del francés en las escuelas públicas de la localidad, incluso en las conversaciones entre los alumnos durante el recreo.

El nuevo reglamento establece que la única lengua que se puede utilizar en las escuelas es el holandés (flamenco, en Bélgica), y eso incluye las conversaciones de los padres de los alumnos con los profesores. El objetivo oficial es preservar la lengua holandesa y facilitar su aprendizaje.

La decisión supone un nuevo episodio en el pulso cada vez más agresivo de la comunidad flamenca para preservar su identidad lingüística frente al percibido peligro de invasión del francés, en especial en las zonas alrededor de la capital belga.

Merchtem ya protagonizó el año pasado otro incidente al prohibir el ayuntamiento cualquier inscripción en el mercado local que no fuera en holandés.