BAGDAD. En el centro de la capital iraquí, decenas de hombres esperan haciendo cola, pacientemente y entre alambre de espino, a que alguien les llegue a proporcionar un lugar de trabajo. Después de seis meses de ocupación estadounidense, tras la caída del régimen de Sadam Husein, el Ministerio iraquí de Asuntos Sociales calcula que el 70% de la población activa, en torno a los 12 millones de personas, está en paro.