Dick Cheney es el ideólogo del espionaje masivo de las comunicaciones. Después de los atentados del 11-S, Cheney abogó por que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) espiase, sin límites y sin autorización judicial, las llamadas telefónicas y correos electrónicos de los estadounidenses. La propia NSA limitó las escuchas a las comunicaciones internacionales.