El primer ministro británico, Tony Blair, no ha logrado detener las hostilidades entre varias facciones del Partido Laborista. La guerra interna volvió a recrudecerse ayer, con las declaraciones del que fue hasta hace poco ministro de Interior, Charles Clarke. En una entrevista al diario The Evening Standard , Clarke acusó al ministro de Finanzas, Gordon Brown --adversario de Blair-- de "estupidez absoluta", y le responsabilizó del complot que el pasado miércoles desembocó en la dimisión de ocho funcionarios del Gobierno de orientación brownista .

Al margen de las disputas laboristas, los británicos tienen claro que desean ver a Tony Blair marcharse antes de lo que él desea. En una encuesta publicada ayer por el rotativo The Daily Telegraph , el 58% de los consultados quieren que Blair dimita a finales de este año.