El líder de los liberal-demócratas británicos, Nick Clegg, se ha reunido hoy con el primer ministro, el laborista Gordon Brown, dentro de las negociaciones abiertas para un eventual acuerdo de gobierno. Paralelamente, los liberales han mantenido contactos con los conservadores de David Cameron, a quienes Clegg da prioridad para formar gobierno. Unos contactos que han sido definidos como "muy productivos y muy positivos" pero que no han dado aún ningún fruto. Ambos partidos han anunciado que volverán a reunirse este lunes.

Los equipos negociadores liberales y conservadores mantuvieron en un despacho gubernamental una intensa reunión de casi siete horas, calificada a su término de "muy productiva y muy positiva" por el principal negociador de los tories, William Hague.

Sin mencionar la reforma electoral

Hague ha explicado que el posible acuerdo se centrará en la estabilidad económica y la reducción del déficit, pero no ha mencionado la reclamación principal de los liberales: la reforma del sistema electoral, a la que hasta ahora se habían negado los conservadores. Significativamente, tampoco lo hizo el negociador liberal, Danny Alexander.

Mientras Hague y Alexander negociaban, Clegg y Brown mantenían un encuentro "amistoso" en la sede del Ministerio de Exteriores, según han confirmado fuentes de sus partidos. Brown ha aceptado dejar que conservadores, la fuerza más votada en los comicios del jueves, y liberales negocien un acuerdo pero no ha renunciado a un pacto con Clegg en caso de que fracase la opción tory. Los laboristas han ofrecido la convocatoria de un referendo para reformar el sistema electoral.

Los mercados reabrirán pues este lunes sin que el Reino Unido tenga un nuevo gobierno. Está por ver cómo reaccionará la bolsa a la continuada incertidumbre política.