Los clérigos shiís muestran sus cartas. En un comunicado hecho público ayer, advierten de que no permitirán que la nueva Constitución recoja leyes contrarias al islam. Para los religiosos shiís, que representan a gran parte de la población iraquí, el islam es la religión del Estado y, por lo tanto, debe ser considerada como la "fuente de la legislación". Mientras tanto, Italia redobla sus esfuerzos para conseguir la liberación de la periodista Giuliana Sgrena, secuestrada el viernes. Ayer otro grupo se atribuyó el rapto y amenazó con matarla si hoy el Gobierno de Roma no retira las tropas.

El texto de los clérigos shiís lleva la firma del jeque Ibrahim Ibrahimi, portavoz del ayatolá Mohamed Ishaq al Fayad, uno de los cinco principales líderes religiosos shiís de Irak. La declaración cuenta con el apoyo del gran ayatolá Alí Sistani, máximo líder espiritual de los shíis y motor de la gran alianza electoral que, presumiblemente, obtendrá el mayor número de escaños en la futura Asamblea Nacional.

Una de las principales funciones de los diputados será redactar la Constitución del país. Los clérigos afirman que cambiar los valores y las tradiciones islámicas puede afectar a la estabilidad y la seguridad de Irak. Ayer en Bagdad, cientos de personas, la mayoría cristianos y turcomanos, se manifestaron para protestar por las irregularidades electorales que se registraron en Mosul, donde algunos centros de voto no abrieron y otros carecieron de suficientes papeletas.

Entretanto, París y Roma trabajan conjuntamente en la liberación de la periodista Giuliana Sgrena, secuestrada el viernes, y de la francesa Florence Aubenas, del periódico Libération , desaparecida hace un mes. Según el diario italiano La Repubblica , los gobiernos no descartan que las dos informadoras estén en manos del mismo grupo, ya que fueron raptadas en el mismo barrio de Bagdad, de mayoría suní.

Ayer, la Organización para la Yihad en los países de Mesopotamia reivindicó el secuestro de Sgrena y dio de plazo hasta hoy para que el Gobierno anuncie la retirada de sus tropas. De lo contrario matarán a la rehén. El mensaje, colgado el sábado, se produjo un día después de que otro grupo se responsabilizara también del secuestro.

El Comité de Ulemas, que reúne a los máximos representantes religiosos sunís, pidió ayer a los secuestradores que liberen de manera "inmediata" a la periodista italiana. A estos dos secuestros hay que sumar los de cuatro trabajadores egipcios de una compañía de telecomunicaciones en Bagdad.