No quiero engañar a los españoles. El Ejército español debe saber que si sigue apoyando al gobernador de Diwaniya va a tener muchos problemas y lo va a pasar mal. Aquí, en Diwaniya, la gente no quiere al gobernador y sólo quiere seguir al islam". Así de contundente se expresó ayer, en una conversación con este diario, Yahia al Sabur, ayudante y portavoz del imán Sayed Fadel al Kaser, representante local de la Hauza, la escuela teológica shií de Nayaf.

Diwaniya está lejos de ser un remanso de paz, y es en esta ciudad donde España asume hoy el mando de las operaciones militares en sustitución de EEUU, en un acto castrense en la escuela de Medicina, ahora cuartel norteamericano.

Cierto es que las fuerzas leales al depuesto Sadam Husein, que hostigan constantemente a las tropas de EEUU en otras partes del país, apenas tienen presencia en esta localidad de mayoría shií. Pero en su lugar, los 1.340 soldados españoles deberán lidiar con un tenso conflicto entre el gobernador, Hazim Kasam al Shalami, y una parte del clero, que sigue a los ayatolás radicales.

REPRESION A TIROS

A mediados de agosto, los guardaespaldas del gobernador reprimieron a tiros una manifestación de protesta con nueve heridos. Desde entonces, el gobernador no aparece por Diwaniya y se mantiene recluido en su casa, a unos 20 kilómetros de la localidad. Aunque aún ostenta el cargo no ejerce sus funciones, lo que ha creado un vacío de poder y ha propiciado que la oposición patrocine la formación de un gobierno paralelo.