La clínica universitaria de Berlín La Charité investigará los presuntos experimentos con pacientes realizados en tiempos de la extinta Alemania comunista y por encargo de consorcios farmacéuticos occidentales.

Fuentes de la clínica, situada en lo que fue el sector este berlinés en tiempos del Muro, anunciaron hoy el compromiso de la dirección con el esclarecimiento de esos casos, revelados recientemente por informaciones periodísticas.

Las investigaciones, que han sido encargadas a un experto en medicina histórica, el catedrático Volker Hess, se prevé se inicien a mediados de junio y podrían prolongarse durante dos años.

Según reveló el semanario "Der Spiegel", el pasado mes de mayo, se estima que unos 50.000 pacientes de unos 50 centros de la extinta República Democrática Alemana (RDA) fueron objeto de experimentos con fármacos por encargo de grandes laboratorios occidentales.

Se supone que dichos pacientes no fueron debidamente informados de las pruebas y que las clínicas que las practicaron percibieron grandes sumas de dinero.

Según el citado semanario, los laboratorios recurrieron a esas cobayas humanas para estudios relacionados con unos 600 medicamentos, desde fármacos para enfermedades cardíacas a quimioterapia.

Algunas de esas pruebas provocaron la muerte de los pacientes, lo que derivó en la interrupción de los experimentos, añadía ese medio, que remitía sus informaciones a documentos de las autoridades sanitarias de la RDA y de la Stasi, la policía política germanooriental.

Al parecer, los consorcios farmacéuticos ofrecían una media de unos 80.000 marcos occidentales por cada estudio.

Los laboratorios occidentales se evitaban los "problemas éticos" que estos experimentos conllevaban fuera del territorio comunista, argumenta el semanario.

En lugar de la autorización del paciente, en la RDA bastaba con la firma del médico de cabecera y un testigo.