La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, dijo hoy que su país quiere una transición pacífica y estable en Corea del Norte tras la muerte del jefe del Estado de ese país, Kim Jong-il. En declaraciones efectuadas junto al ministro de Exteriores japonés, Koichiro Gemba, con el que se reunió hoy en Washington en un encuentro ya programado en su día, Clinton afirmó que EEUU espera unas mejores relaciones con el pueblo norcoreano y está preocupado por su bienestar. Estados Unidos está en contacto con Moscú y Pekín y se "coordina muy de cerca" con Japón y Corea del Sur, los países implicados en las conversaciones a seis bandas sobre el programa nuclear norcoreano.

Washington y Tokio, agregó, comparten el interés por una transición estable y pacífica en Corea del Norte y la estabilidad y la paz en la región. Por su parte, Gemba subrayó la necesidad de una coordinación muy cercana entre los países participantes en las conversaciones a seis bandas, una iniciativa que busca lograr el fin del programa nuclear norcoreano pero que actualmente se encuentra en un punto muerto. El presidente de EEUU, Barack Obama, recibió la pasada noche la noticia de la muerte de Kim Jong-Il y conversó telefónicamente al filo de la medianoche con su colega surcoreano, Lee Myung-Bak.

En un comunicado distribuido por la Casa Blanca, el portavoz presidencial, Jay Carney, reiteró el compromiso de Washington con la estabilidad en la región. "Estados Unidos sigue comprometido con la estabilidad en la península de Corea y la libertad y seguridad de sus aliados", declaró el portavoz.

Los funerales por el jefe de Estado fallecido tendrán lugar el próximo día 28, y Corea del Norte ya ha indicado que no abrirá las exequias a la participación extranjera. Kim Jong-Il había dejado dispuesto que su sucesor fuera su tercer hijo, Kim Jong Un, del que se conocen pocos datos en el exterior.