El "equipo de rivales" está cerrado a falta de que se anuncie formalmente. Según informo ayer The New York Times citando a dos fuentes anónimas del entorno de Hillary Clinton, la senadora aceptará el cargo de secretaria de Estado en la Administración de Barack Obama. "Ella está preparada" para aceptar el cargo, citó The New York Times a uno de los colaboradores de la senadora, que detalló que Clinton aceptó sumarse al equipo de Obama después de una conversación con el presidente electo en la que este le detalló qué espera de su secretaria de Estado. Tras la charla, Clinton aceptó el puesto, una decisión que en Washington ya estaba asumida después de que Bill Clinton comunicara que está dispuesto a hacer lo que sea para que sus actividades no supongan un conflicto de intereses.

Se consuma así una alianza que hace unos meses, cuando ambos estaban enfrascados en una caldeada lucha por la candidatura demócrata a la Casa Blanca, parecía impensable. En esas reñidas primarias, uno de los puntos en los que más difirieron fue el de la política exterior. Clinton le imputaba a Obama su inexperiencia y lo acusaba de ser un "naíf", sobre todo por su idea de utilizar la diplomacia para tratar con países como Irán. Obama contratacaba recordando que Clinton votó a favor de la guerra de Irak.

Con la incorporación de la exprimera dama, Obama sigue en la línea de fichar a veteranos de la Administración de Clinton. También envía un mensaje inequívoco de que su política exterior no va a ser débil.

Como senadora y en las primarias, Clinton construyó una imagen de dura en relaciones exteriores, afirmando que la seguridad nacional de EEUU está por encima del respeto de los derechos humanos y expresando su amor por Israel, lo que hará que su nombramiento sea el primer jarro de agua fría de Obama a los países árabes.

CRITICAS El nombramiento de la senadora no gustará a la izquierda antiguerra, que no le perdona su postura sobre Irak, ni a la derecha, que acusa a Obama de no ser fiel a su promesa de cambio al confiar en nombres de la época de Bill Clinton. Pero refuerza la línea moderada de Obama. La publicación Politico añadía ayer un nombre más: el favorito para secretario del Tesoro es Timothy Geithner, presidente de la Reserva Federal de Nueva York.