El expresidente estadounidense Bill Clinton ha ido más allá de lo que le exigía la ley para garantizar que su esposa Hillary podrá desempeñar, sin sombra de duda sobre conflictos de intereses, el cargo de secretaria de Estado para el que, según fuentes cercanas a Barack Obama, le designará hoy el presidente electo de EEUU. El exmandatario ha llegado a un acuerdo de nueve puntos con el equipo de Obama para garantizar el nombramiento de la senadora por Nueva York. Dicho acuerdo incluye revelar los nombres de las 208.000 personas, compañías y gobiernos que han donado dinero para su fundación desde 1997 (nombres que se harán públicos antes de final de año).

Además, según informaba ayer The New York Times , el expresidente ha aceptado otras condiciones, como por ejemplo facilitar los textos de sus discursos y conferencias a los responsables de ética del Departamento de Estado antes de pronunciarlos, separar su fundación de la Iniciativa Global Clinton, que puso en marcha para promover diversas causas como la lucha contra el sida o la protección del medioambiente, y dejar de aceptar contribuciones de gobiernos extranjeros.

NOMBRAMIENTOS La disponibilidad del expresidente a colaborar con Obama ha garantizado el nombramiento de su esposa. El anuncio se producirá hoy en Chicago, donde Obama tiene previsto confirmar otros nombramientos. Según sus asesores, Robert Gates se mantendrá al frente de Defensa; la gobernadora de Arizona, Janet Napolitano, dirigirá el Departamento de Seguridad Nacional y el general retirado James Jones será el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. También se confirmará la designación como fiscal general de Eric Holder. Y Susan Rice, que trabajó en la Secretaría de Estado con Clinton, será la embajadora de EEUU ante las Naciones Unidas.