La comunidad internacional sigue dando muestras de solidaridad hacia las víctimas del tsunami. El Club de París acordó ayer ofrecer una moratoria de la deuda a los países afectados por el maremoto del 26 de diciembre, para permitir a los gobiernos concentrar sus esfuerzos económicos en las tareas de reconstrucción.

"La oferta no está sujeta a ninguna condición ni acuerdo con el Fondo Monetario Internacional FMI, ni a la adopción de medidas similares por parte de los acreedores privados, como suele exigir habitualmente el Club de París", declaró en la capital francesa el presidente del organismo, Jean-Pierre Jouyet. El responsable precisó que se trata de una medida de urgencia, y que los representantes de los 19 países que conforman el Club volverán a reunirse para discutir mecanismos que permitan aliviar la deuda de los afectados.

Los tres principales interesados en acogerse a la oferta son Indonesia, Sri Lanka y Seychelles. Otros países afectados por el maremoto, como India o Tailandia, consideran que el congelamiento de la deuda no es la mejor forma de ayuda o creen que aceptar la moratoria significaría perder reputación en el mercado financiero internacional.

ALIVIO ECONOMICO La oferta, de todas maneras, "todavía no ha sido formalmente aceptada por los países afectados", según explicó Jouyet. Para Indonesia, el gesto es clave: con una deuda externa que asciende a 132.000 millones de dólares (cerca de 100.700 millones de euros), este año Yakarta hubiera tenido que pagar cerca de 3.000 millones (2.229 millones de euros) en intereses y compromisos.

La deuda de Sri Lanka alcanza los 7.700 millones de dólares (5.870 millones de euros). El caso de Seychelles es distinto: los daños que el país ha sufrido por culpa del tsunami son menores, pero los 30 millones de dólares (22,9 millones de euros) de ayuda internacional que el Gobierno de Victoria ha solicitado representan el 14% del presupuesto nacional de este año.

"Es una oferta, un gesto de solidaridad y esperanza", indicó el presidente de la institución. El Club de París esperará a que el FMI y el Banco Mundial hayan realizado una evaluación completa de las necesidades de financiación y de reconstrucción para examinar las "medidas adicionales necesarias".

RECELO MILITAR Con el saldo de muertos cerca ya de 160.000, el Gobierno indonesio puso ayer límite a la presencia de tropas extranjeras en el país. "Tres meses son suficientes. De hecho, cuanto más pronto se vayan, mejor", declaró el vicepresidente, Mohamed Jusuf Kalla, interrogado al respecto. El responsable precisó que, en breve, su país necesitará menos soldados y más médicos e ingenieros.

Más tarde, sin embargo, durante la reunión que sostuvo con el ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Angel Moratinos, el vicepresidente matizó sus afirmaciones. Moratinos aseguró que, en el encuentro, el dirigente indonesio subrayó que no existe "ninguna fecha límite" para la presencia de tropas extranjeras en el país, aunque, eso sí, le fue comunicado que las autoridades indonesias "desean que durante los primeros tres meses se pueda concluir el operativo logístico militar", informa Marc Marginedas.

En el país con la mayor población musulmana del mundo, la presencia de tropas extranjeras, y, en especial, de las estadounidenses, es vista con recelo. El diario Serambi Indonesia , que circula en la provincia de Aceh, intentó desactivar la inquietud popular que genera este tema. "La presencia de extranjeros en Aceh está basada en la solidaridad. En salvar vidas humanas".