Una movilización nacional sin precedentes acompañó desde Francia los 157 días de secuestro de Florence Aubenas y Husein Hanun. Conciertos, recogidas de firmas, páginas web, multitud de actos simbólicos con todo tipo de personajes populares e intelectuales, omnipresencia en los medios de comunicación, retratos en la prensa, en edificios oficiales, en plazas y calles...

Hoy los franceses ven culminada muy felizmente una catarsis colectiva que empezó el mismo día en que la periodista de Libération y su guía iraquí fueron secuestrados.

Después de la dura campaña por el referendo sobre la Constitución europea, y tras una victoria del no que reafirma la curiosa especificidad de Francia en el panorama internacional, la sociedad francesa tiene hoy un motivo sólido para recrearse en el mito de su solidaridad para con las causas justas que propicia, al menos temporalmente, un sentimiento de cohesión que estaba echando mucho de menos.

*Periodista.