Lo que hace un par de días era mera especulación se ha convertido en realidad: las FARC buscaron la ayuda de ETA para atentar en Madrid. Lo confirmó el jueves por la noche el Gobierno colombiano, basándose, cómo no, en nuevos correos electrónicos obtenidos en el ordenador de Raúl Reyes, el número dos de las FARC, abatido en marzo en territorio ecuatoriano. Los mensajes, enviados en el 2003, hablan de varios posibles blancos, y no solo del vicepresidente, Francisco Santos, como se dijo el jueves.

El texto clave es uno que envió Reyes al fallecido Manuel Marulanda, entonces jefe máximo de la guerrilla colombiana. En él hace referencia a un "curso" que recibieron "los amigos de ETA" en territorio colombiano para, a renglón seguido, escribir lo siguiente: "Se les planteó allí la posibilidad de contribuirnos con trabajos en España y otros países". A continuación, el guerrillero menciona los nombres de dos posibles víctimas: la entonces embajadora en España, Noemí Sanín, y el expresidente Andrés Pastrana. La lista se amplía en otros mensajes e incluye al exalcalde de Bogotá Antanas Mockus y al actual presidente colombiano, Alvaro Uribe.

COLABORACION En declaraciones a la cadena RCN desde Ginebra, Santos anunció que el Ministerio de Defensa y la policía ya se han puesto a la tarea de investigar a fondo la relación entre ambas organizaciones. El vicepresidente no habló de su presencia en la lista de objetivos, pero quiso dejar claro que esos vínculos entre los terroristas son "un riesgo que hay que asumir".

En España, mientras, el Gobierno trató de minimizar las consecuencias de esos posibles contactos, limitándose a ofrecer la máxima colaboración a los cuerpos de seguridad de los países que lo pidan. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró que en el caso de Colombia se trabaja de forma coordinada en la lucha contra el terrorismo y la delincuencia internacional, y sobre los vínculos entre las FARC y ETA, dijo: "Han estado y están en contacto".

De la Vega no entró en los detalles de esa colaboración, pero sí destacó que España ha mantenido una buena relación con los servicios de información colombianos "antes de que esa información se produjera, durante y después", en referencia a la divulgación de los mensajes.