Con cautela, sabedores de que cuando se trata del conflicto armado el abismo entre las palabras y los hechos es inabarcable, los colombianos empiezan la semana preguntándose si no se cuece una nueva liberación de secuestrados en poder de las FARC. Las señales que permiten especular llegan prácticamente de todas partes, pero las que más asombro causan y más esperanza despiertan son las que lanzó Hugo Chávez en su alocución del domingo. En un radical cambio de discurso, el presidente venezolano declaró caduca la guerra de guerrillas en Latinoamérica, dijo que "es hora de sentarse a hablar de paz" y acabó pidiendo la liberación de los rehenes.

"A estas alturas ya está fuera de orden un movimiento guerrillero armado en América Latina", declaró Chávez, que hace pocas semanas calificaba de "hermanos bolivarianos" a los hombres que luchaban para el fallecido Tirofijo . "Creo que ha llegado la hora de que las FARC liberen a los que están en la montaña, sería un gran gesto humanitario. ¿A cambio de qué? A cambio de nada. Podría ser el primer paso de lo que desde aquí anhelamos: que se acabe la guerra interna en Colombia", continuó. "Ya basta de tanta guerra", terminó Chávez, quien pidió a países como España, Francia y Brasil que medien en el conflicto colombiano.

LA SOMBRA DE REYES Las palabras del mandatario han causado desconcierto en el Gobierno de Bogotá, puesto que hasta hace muy poco Chávez reclamaba el estatus de beligerancia para las FARC. "Ojalá esa actitud se traduzca en hechos", reaccionó el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, incapaz de explicar las razones por las que el presidente de Venezuela ha dado semejante giro. Quien sí dijo lo que todos están pensando fue la antecesora de Santos en el cargo --hoy senadora--, Martha Lucía Ramírez, al recordar la complicada situación que afronta Chávez a causa de los hallazgos en el ordenador de Raúl Reyes.

"Me parece que eso es lo que debería haber dicho hace años --señaló--. Desafortunadamente, solo lo dice ahora, cuando está tan presionado por toda esa información que ha salido a la luz". Los archivos hallados en el ordenador del antiguo número dos de las FARC, abatido en marzo, han revelado una estrecha alianza entre la guerrilla y Caracas, que al parecer armó y financió a los rebeldes. Los analistas no descartan que Chávez interceda por los rehenes con el fin de lavar su imagen.

LIBERACION Y BELIGERANCIA Una de las personas más cercanas al presidente Chávez, la senadora colombiana Piedad Córdoba, artífice de la liberación de Clara Rojas y otros rehenes, dijo que una cosa no está reñida con la otra, y añadió que la estrategia del presidente venezolano es animar a las FARC a efectuar las liberaciones "para que consigan el reconocimiento internacional"; es decir, el estatus de beligerancia. Córdoba, de paso, dio otra señal de esperanza al decir que pronto serán liberados otros civiles en poder de la guerrilla, y sumó su voz a la de otros actores clave del conflicto cuyas declaraciones han alentado a las familias de los secuestrados.

Una de ellas es la del dirigente del Partido Comunista y director del semanario Voz , Carlos Lozano, quien afirmó que ha abierto "vías de comunicación" con el nuevo jefe de las FARC, Alfonso Cano, para avanzar en la búsqueda de un acuerdo humanitario. "Solo me atrevo a decir que ya hay un contacto abierto, pero puedo asegurar que todo va por buen camino", indicó Lozano. Tampoco han pasado desapercibidas las palabras del presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien afirmó que no tiene que pedir permiso a nadie para recibir en su territorio a rehenes liberados por la guerrilla. Se interpreta en Colombia que está abonando el terreno para algo.