La tensión en la frontera entre Turquía e Irak aumenta cada día, al mismo ritmo que las opciones de una invasión del país vecino ganan puntos en Ankara. En especial, tras la muerte de 12 soldados en el tercer gran ataque del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) este mes. Esta acción de los separatistas llevó al Gobierno turco a convocar una reunión de urgencia entre los más altos dirigentes civiles y militares del país.

Aunque al principio se creyó que ahí se iba a decidir la invasión del norte de Irak, al final la cita concluyó con un comunicado en el que el Gobierno prometió que "hará todo lo posible por hacer pagar este ataque contra la unidad de Turquía".

El ataque se produjo la madrugada de ayer, cuando militantes del PKK bombardearon un puente donde se encontraba un batallón de Infantería. Inmediatamente comenzó un ataque desde tres puntos diferentes de un grupo de 150 militantes del PKK, provocando la muerte de 12 soldados e hiriendo a otros 16, según informó el Estado Mayor turco en un comunicado.

La respuesta turca fue una operación militar con apoyo aéreo en la que cerraron la huida a Irak de los rebeldes del PKK, matando a 32 de ellos en combates. Antes, la agencia Firat informó sobre la entrada de militares turcos en Irak y medios iraquís dijeron que los turcos bombardearon un área a 200 kilómetros al oeste de los combates.

Preguntado sobre si estas acciones suponen ya el inicio de la tan cacareada operación transfronteriza, el portavoz del Gobierno turco, Cemil Çiçek, rehusó confirmarlo, quizás porque los generales turcos se manejaban ya a sus anchas por la zona sin esperar las directrices del Gobierno del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan.

Con todo, el ministro de Defensa, Vecdi Gönül, declaró tras estar con su homólogo de EEUU, Robert Gates, que "Turquía realizará una operación militar en Irak pero no inmediatamente".

PROVOCACION Erdogan pidió calma y amonestó a los medios turcos por su actitud "provocativa", ya que se llama constantemente a la acción. La apelación de Erdogan al PKK a que "deje las montañas y se una a la política" había sido tildada por la oposición de "llamamiento a la amnistía para los terroristas".

El presidente iraquí, Jalal Talabani, y el primer ministro del Gobierno regional kurdo, Massoud Barzani, exigieron al PKK que abandone la lucha armada. En cualquier caso, Talabani descartó entregar a Turquía a los líderes del PKK.