La nueva ronda de conversaciones entre Marruecos y el Frente Polisario con mediación de la ONU para discutir sobre el futuro del Sáhara Occidental han comenzado este lunes en Mahansset, en Estados Unidos, pese a los últimos sucesos ocurridos a lo largo del día en El Aaiún, donde las fuerzas de seguridad han desmantelado el campamento de protesta y se han producido disturbios con saharauis.

"Ha sido muy desafortunado que esta operación y los acontecimientos que la han precedido y seguido hayan afectado a la atmósfera en la que se celebran estas conversaciones", ha reconocido el portavoz de la ONU Martin Nesirky en referencia al campamento de protesta próximo a El Aaiún en el que se habían concentrado unas 20.000 personas en jaimas.

"Pedimos a todas las partes implicadas que ejerzan la mayor contención en las horas y días venideros", ha añadido el portavoz. Las conversaciones entre Marruecos y el Polisario son las últimas en una serie de contactos iniciados en 2007 y que hasta la fecha no han dado resultados concretos.

MISIÓN DE INVESTIGACIÓN

Por su parte, según informa la agencia saharaui SPS, la delegación del Frente Polisario ha aprovechado la cita para pedir a la ONU que envíe una misión de investigación que esclarezca las "atrocidades" cometidas por Marruecos en ausencia de observadores y la prensa internacional en El Aaiún.

El ministro de Exteriores de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Mohamed Salem Ould, ha indicado que la delegación ha trasladado al "enviado personal del secretario general de la ONU para el Sáhara Occidental, Christopher Ross, su firme condena a esta masacre perpetrada por Marruecos en el campamento Gdeim Izik y que socava la confianza en las negociaciones y desacredita la presencia de las Naciones Unidas en el territorio".