Todas las críticas de la cumbre europea se centraron en los comentarios demagógicos formulados el pasado martes por la comisaria de Justicia, Viviane Reding, cuando anunció sus planes de pedir la apertura de un expediente de infracción contra Francia por violación del derecho europeo con su política "discriminatoria" en las expulsiones de gitanos rumanos y búlgaros.

El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, manifestó que las palabras de Reding estuvieron "fuera de lugar". El jefe del Ejecutivo aprovechó las críticas generalizadas contra la comisaria para censurarla públicamente, por primera vez, por una polémica que mantuvo esta primavera con el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, a cuenta de la euroorden de protección de mujeres maltratadas. La cancillera alemana, Angela Merkel, y el primer ministro británico, David Cameron, coincidieron en que las palabras de Reding fueron "desafortunadas".