El sexto día consecutivo de huelga por la reforma de las pensiones está teniendo un claro impacto en los transportes públicos de la región parisina mientras el país se prepara para una nueva jornada de paros y manifestaciones convocada por los sindicatos para presionar al Ejecutivo. Las centrales sindicales volverán a medir sus fuerzas después de la gran movilización que sacó a 800.000 franceses a la calle el pasado jueves.

El primer ministro, Edouard Philippe, presentará este miércoles el texto definitivo y detallado del proyecto que unificará los 42 regímenes de jubilación actuales en un sistema universal por puntos.

Emmanuel Macron cree que la reforma es indispensable, según dijo sin extenderse en más explicaciones al ser preguntado en la rueda de prensa al término de la cumbre Rusia-Ucrania celebrada este lunes en el Elíseo, pero sus detractores la ven como una medida ultra liberal que terminará minando los derechos de los trabajadores y conllevará pensiones más bajas y más años en activo.

La demanda de los convocantes los sindicatos CGT, FO, FSU, Solidaires y varias organizaciones juveniles- es que el Gobierno abandone la reforma. Aguantaremos hasta la retirada (del proyecto), ha amenazado el numero uno de la CGT, Philippe Martinez.

Por las calles de las principales ciudades francesas volverán a desfilar este martes trabajadores del sector público y privado, profesores, estudiantes y personal interno de los hospitales, convocados a una huelga indefinida para protestar por la falta de medios en la sanidad pública y para reclamar mejoras en sus condiciones laborales. La manifestación parisina saldrá desde la Plaza de los Inválidos a las 13h30 en dirección a la plaza de Denfert-Rochereau, en el sur de la capital.

El ministro de Educación, Jean Michel Blanquer, ha anunciado que la tasa de huelguistas en los colegios será del 12,5% -del 35% en París- un seguimiento significativo pero menor que el pasado jueves, que llegó al 51% en la educación primaria y obligó a cerrar numerosos centros.

400 KILÓMETROS DE ATASCO

A primera hora de la mañana se registraban en la región parisina y las vías de acceso a la capital unos 400 kilómetros de atascos. La Dirección General de la Aviación Civil (DGAC) ha pedido a las compañías aéreas reducir el 20% de sus vuelos programados y Air France ha anulado el 25% de los domésticos y el 10% de los de media distancia.

La mayoría de las estaciones de la red de metro parisino están cerradas. Sólo las dos líneas automáticas funcionarán con normalidad, cuatro lo harán en las horas punta y el resto no circulará en todo el día. Los cercanías también se ven afectados porque habrá la mitad o un tercio de trenes que de costumbre. En cuanto a los autobuses, la previsión es que circule algo más del 50% de la flota.

Esta mañana, grupos de estudiantes han bloqueado los depósitos de autobuses de la RATP, la sociedad de transportes de París, situados en el norte de la capital, para impedir la salida de los vehículos. El director general del Transilien, Alain Krakovitch, prevé que la situación será difícil en los transportes de la región parisina hasta el fin de semana.