Las autoridades chinas han condenado a 16 personas a penas de hasta un año y medio de cárcel por estar relacionadas con una protesta contra la contaminación el pasado mes de julio, en la que miles de personas saquearon las dependencias gubernamentales, según ha informado este jueves la agencia estatal de noticias china Xinhua.

Un tribunal de la ciudad de Qidong, al norte de Shanghai, ha acusado al grupo de manifestantes de "asaltar órganos estatales, ocasionar daños a la propiedad y robar" durante una protesta el pasado 28 de julio contra la contaminación que provocaba una fábrica de papel.

Los 16 acusados fueron condenados a penas de entre doce y 18 meses de cárcel, pero trece de ellos han conseguido un indulto por haber confesado y haberse mostrado arrepentidos, de acuerdo con Xinhua.

Durante la protesta, Zhu Baosheng, uno de los condenados, obligó al alcalde de Qidong a vestir una camiseta con un eslogan en contra de la contaminación. La protesta se produjo pocos días después de una marcha similar y violenta en la ciudad de Shifang, en la provincia de Sichuan (sur).

La sentencia se produce en un momento en el que el Gobierno chino se muestra preocupado por los problemas medioambientales y en el que los niveles de calidad del aire en Pekín han sido calificados de "dañinos y peligrosos".

El gobernante Partido Comunista Chino (PCCh) ha advertido de que ese tipo de manifestaciones pueden minar el orden social.