Un tribunal de la provincia china de Xinjiang, en el noroeste del país, condenó a muerte a tres hombres y a 25 años de prisión a un cuarto por su participación en los ataques que dejaron 24 muertos el pasado junio en la región de minoría étnica uigur, de religión musulmana.

Según informa hoy el diario "China Daily", el Tribunal Intermedio de Turpan condenó a muerte a Ahmatniyaz Sidiq tras declararle culpable de organizar y liderar una "organización terrorista, homicidio e incendio intencionado".

Por su parte, los reos Urayim Eli y Abdulla Esrapil también fueron condenados a la pena capital por participación en un grupo terrorista y homicidio.

Además, Akram Usman fue condenado a 25 años de cárcel por su participación en un grupo terrorista, incendio intencionado y homicidio.

Según el tribunal, todos ellos, junto con otras personas, se reunieron con frecuencia desde abril en la localidad de Lukqun para participar en "actividades religiosas ilegales".

Los cuatro "defendían y extendieron el extremismo religioso, vieron vídeos de organizaciones terroristas extranjeras que incitaban a la violencia y leyeron libros sobre extremismo religioso para conspirar sobre actividades terroristas", según el tribunal.

Están acusados de tramar y participar en el ataque del pasado 26 de junio contra la comisaría de Policía, un edificio oficial y un mercado en Lukqun.

En total, trece personas participaron en el ataque, que causó 24 muertos, incluidos dos policías, y 23 heridos.

Según informó en su día la agencia oficial Xinhua, el 26 de junio una turba armada con cuchillos atacó la comisaría y edificios gubernamentales de Lukqun y tras una reyerta en la que murieron 17 personas, la Policía abrió fuego y mató a diez de los presuntos atacantes.

Fue el incidente más grave en la región desde los disturbios de julio de 2009, en los que murieron cerca de 200 personas.

Xinjiang es uno de los polvorines étnicos del oeste de China junto a Tíbet, con frecuentes tensiones entre la minoría uigur y la etnia mayoritaria, la han.

Pekín defiende un mayor control en la región para hacer frente a lo que denomina "grupos separatistas, extremistas y terroristas", mientras que los residentes de etnia uigur critican el aumento de presencia policial y denuncian discriminación frente a los han.

El pasado 12 de agosto, un tribunal en Xinjiang condenó a muerte a dos personas, tras declararles culpables de terrorismo en relación con un tiroteo en el que murieron 21 personas en abril.