La 46 edición de la Conferencia de Seguridad de Múnich, que comienza mañana y termina el domingo próximo, abordará, entre otros asuntos, el desarme nuclear y la arquitectura de seguridad europea, así como los conflictos de Oriente Medio y Afganistán. Bajo el lema "No más excusas", la conferencia reunirá a destacados políticos en activo y expertos en materia de defensa y seguridad, aunque el "caché" de las personalidades anunciadas ha bajado considerablemente frente a ediciones anteriores.

La novedad de esta reunión será la presencia por primera vez de un alto representante chino, el ministro de Exteriores, Yang Jiechi, de quien se espera que explique la política de su país en materia de defensa y seguridad. Se espera igualmente la asistencia de los ministros de Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, y de Alemania, Guido Westerwelle, así como el de España, Miguel Angel Moratinos, en representación también de la presidencia española de turno de la Unión Europea.

Frente a ediciones pasadas no se cuenta con la participación de ningún jefe de Estado o gobierno relevante fuera del presidente de Afganistán, Hamid Karzai, un asiduo ya de la conferencia, a la que Estados Unidos no envía tampoco en esta ocasión a ninguno de sus pesos pesados. EEUU estará representado tan sólo por el jefe del comité de Exteriores del Senado estadounidense, John Kerry, el ex candidato a la presidencia y senador John McCain y el asesor presidencial en materia de seguridad, el general Jim Jones.

En los debates participarán también, entre otros, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, y el titular alemán de Defensa, Karl Theodor zu Guttenberg. Por otro lado, se desconoce si, como en ocasiones anteriores, viajará a Múnich algún destacado político iraní. Tras el año de las grandes visiones en 2009, 2010 "debe ser el año de la implementación, de la acción, de los hechos tras las palabras", explicó el diplomático alemán Wolfgang Ischinger, organizador del evento.

En un encuentro con la prensa, Ischinger subrayó la importancia del debate abierto con la iniciativa del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de eliminar las armas nucleares de nuestro planeta y recordó que el último gran tratado entre las grandes potencias en ese campo data de 1968. Asimismo rechazó comparar la Conferencia de Seguridad de Múnich con el Foro Económico de Davos y subrayó que la reunión en la capital bávara es más selectiva, evita la masificación y reúne a todos los asistentes en una misma sala.

En cuanto a los debates sobre la futura arquitectura de seguridad europea subrayó que esta debe buscar la integración y la "comodidad" en su seno de todos los interesados, también de Rusia. El diplomático alemán, que fue embajador en Washington y Londres, comentó igualmente que los asistentes a la reunión tratarán asimismo sobre la seguridad energética, de la creciente importancia como foro decisorio del G20 (grupo de países desarrollados y emergentes) y del papel cada vez más relevante de los países emergentes.

Wolfgang Ischinger destacó que la seguridad global no puede ser discutida en 2010 entre políticos y militares, sino que también deben intervenir en el debate empresarios e industriales, que tendrán representación en Múnich.