La tragedia aérea de Medellín relegó a un segundo plano un momento clave de la política colombiana: el Congreso ha ratificado el acuerdo de paz firmado por el Gobierno y las FARC. Llegó, para el presidente Juan Manuel Santos, el anhelado “Día D” de la implementación de los mecanismos para poner fin a un conflicto armado de 52 años. Las cámaras apuntaban en la noche del miércoles hacia el estadio de Atlético Nacional donde se rindió un multitudinario homenaje a las víctimas del avión RJ100 de la compañía venezolana Lamia en el que viajaba el modesto equipo brasileño del Chapecoense. Pero en Bogotá se jugaba otro partido relevante. No fue sencillo llegar a esa instancia. Hubo un primer acuerdo de paz que fue rechazado, aunque por escaso porcentaje, en un plebiscito. El Gobierno de Colombia y la guerrilla tuvieron que tomar en cuenta varias de las observaciones que le habían hecho al pacto los promotores del 'no'. Y se logró un nuevo acuerdo, suscrito en el Teatro Colón de Bogotá.

El pasado martes, el Senado le dio el primer aval. A la Cámara de Representantes le tocó hacerlo en medio de un país todavía conmocionado por el desastre y con los ojos en dirección a Cerro Gordo, donde se estrelló el avión. Mientras se desarrollaba el homenaje a las víctimas, la Cámara de Representantes se aprestaba para votar el nuevo acuerdo de paz: 130 votos a favor, ninguno en contra. El uribismo se ausentó de la votación. “No podemos prestarnos a ese atropello, el Centro Democrático se abstiene de votar una refrendación arbitraria e ilegal”, dijo el legislador Samuel Hoyos.

ZONAS DE TRANSICIÓN

El llamado “Día D” marca en el calendario el inicio formal de un proceso durante el cual unos 15.000 insurgentes se desplazarán a las zonas determinadas para desmovilizarse, entregar sus armas y abandonar la vida guerrillera. Se espera que eso empiece a ocurrir en los próximos días. Durante una ceremonia de ascenso de oficiales del Ejército en la Escuela de Cadetes José María Córdoba, Santos estimó que “antes de finalizar este año, el 30 de diciembre, deben estar todos, todos los miembros de las FARC en esas zonas de transición”. En cinco meses, todos los pertrechos estarán en manos de las Naciones Unidas. Un mes más tarde, habrá finalizado el conflicto. “Las FARC habrán dejado de existir”, reiteró Santos.

La implementación del acuerdo contempla además una serie de reformas y leyes que le darán sustento legal. En ese sentido, Félix Antonio Muñoz Lascarro, alias 'Pastor Alape', uno de los referentes de las FARC, dijo que el “Día D” se hará realidad tangible en cuanto se tramiten las leyes necesarias “a través del 'fast track'”, y que tienen que ver con la amnistía y la salida de las cárceles de los 4.000 guerrilleros que actualmente purgan penas.

PROVOCACIONES PELIGROSAS

Alape señaló al respecto que la Corte Constitucional “tiene sobre sus hombros una responsabilidad de desarrollar la construcción de esperanza en el país”. Pastor Alape advirtió a la oposición que “ese plan siniestro que se viene desarrollando para generar provocaciones es muy peligroso, porque generan y promueven hechos de violencia”. Aludió a los recientes asesinatos de líderes sociales en manos de presuntos paramilitares de derecha.

Pero emerge otro problema y fue descrito por el representante de la ONU en Colombia, Todd Howland: buena parte de las bases guerrilleras sienten un gran temor sobre su futuro y el cumplimiento de los acuerdos. Esto pone en riesgo la cohesión de las FARC, a tal punto que se están registrando casos de disidencia de algunos alzados en armas.