A solo 28 horas de que expirara el plazo, los negociadores del Congreso de Estados Unidos han firmado esta madrugada un acuerdo sobre el gasto para las agencias federales de un billón de dólares y han evitado así el cierre parcial de la Administración. Tras abandonar las propuestas de restricción de los viajes a Cuba de los ciudadanos cubano-estadounidenses y una disposición de menor importancia relacionada con la supervisión de las operaciones financieras, los miembros de la Cámara de Representantes y los comités de Asignaciones del Senado han dado su visto bueno al plan. El acuerdo, contenido en 1.200 páginas, tiene que ser sometido a votación este viernes en ambas cámaras del Congreso.

El acuerdo logrado tras cuatro días de negociaciones estaba supeditado a la demanda del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de prorrogar los recortes de impuestos a las nóminas, que vencen a finales de este mes. Demócratas y republicanos han llegado a un acuerdo tras una prolongada lucha de poderes y aún deben aprobar la extensión de recortes de impuestos a la nómina antes de fin de año y debatir la ampliación de la dotación de las prestaciones de desempleo.

Es otra lucha que continuará este viernes en los pasillos del Congreso, bajo la advertencia que les ha lanzado Obama: "No pueden o deben irse de vacaciones" sin resolver esta asignatura pendiente.

Negociaciones sobre el impuesto de la nómina

Las conversaciones acerca del impuesto sobre la nómina, que pusieron en jaque el cierre parcial del Gobierno, se iniciaron después que los demócratas no lograran su demanda de que el recorte de impuestos se pagara con una nueva tasa a aquellos que ganan más de un millón de dólares al año, condición a la que han renunciado esta madrugada.

Los líderes del Congreso continuarán este viernes las negociaciones para extender los recortes de impuestos a la nómina para evitar una subida de impuestos para 160 millones de estadounidenses. Tras ablandar posiciones, la idea de ambos partidos, por ahora, es extender los recortes a los impuestos a la nómina por dos meses mientras continúan negociando cómo financiar esos recortes sin aumentar el ya abultado déficit fiscal.

Si el Congreso no aprueba la extensión de los recortes de impuestos a la nómina, estos aumentarían del 4,2% en la actualidad al 6,2% a partir del 1 de enero de 2012. Eso significa que alrededor de 160 millones de estadounidenses afrontarán en el año entrante un aumento promedio de mil dólares en esos impuestos.

Medida contra el consumo

La Casa Blanca, sus aliados en el Congreso y varios economistas han advertido de que un aumento en los impuestos restringiría el consumo, que conforma el 70% del PIB de EEUU y afectaría a la anémica recuperación económica.

Debido a la falta de consenso, en vez de aprobar los presupuestos para las agencias del Gobierno federal, este año el Congreso ha tenido que recurrir a medidas de gastos temporales para financiar las operaciones gubernamentales. De hecho, es la tercera vez este año que los legisladores alcanzan un acuerdo casi en la penúltima hora para evitar el cierre parcial del Gobierno.