La crisis de poderes en Venezuela se detuvo y quizá por poco tiempo en la antesala del estallido. La Asamblea Nacional(AN), donde la oposición tiene mayoría calificada, ha decidido volver sobre sus pasos y dejar sin efecto el juramento de tres diputados impugnados por la justicia electoral. De esta manera, aunque sin admitirlo explícitamente, el presidente de la AN, Henry Ramos Allup, aceptó el dictamen de la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) según el cual los actos del Congreso que se hayan dictado son nulos mientras continúen en funciones esos legisladores del estado Amazonas.

Ramos Allup comunicó que llegó a sus manos una “correspondencia suscrita por Julio Haron Ygarza, Nirma Guarulla y Romel Guzamana” en la “piden serdesincorporados de la Cámara para defenderse judicialmente” y evitar que “con esta maniobra el Tribunal Supremo de Justicia” paralice la actividad de la AN. Pero la Mesa de Unidad Democrática (MUD) no aceptará mansamente lo que pudiera interpretarse como una derrota política de la oposición y se pronunciará desde la Asamblea Nacional sobre la carta de los tres parlamentarios.

El giro de los acontecimientos parece dejar sin argumentos a un chavismo que había sugerido la posibilidad de que el presidenteNicolás Maduro no se presente en la AN el próximo viernes a dar su mensaje a la nación. “Es aquí donde debe rendir su informe, no en la esquina”, recordó Ramos Allup. Maduro dijo que la MUD “malinterpreta el momento histórico”, provoca “enredos institucionales” y pretende dar “un golpe de Estado”. Aludió en ese sentido al objetivo planteado por la oposición de convocar a una consulta popular revocatoria de su mandato en los próximos seis meses. Maduro lamentó otra vez que la mayoría de los electores venezolanos le diera la espalda al Gobierno y votara en diciembre pasado en favor de la MUD.