Tras varios años de estudios y debates, la ampliación del Consejo de Seguridad ha quedado en nada. Alemania y Japón siguen pagando su factura de vencidos en la segunda guerra mundial, mientras que países de gran población, como India, Brasil y Nigeria, han visto frustradas sus aspiraciones de un puesto permanente.

EEUU torpedeó una vez más una reforma que mermaría su influencia en el organismo, aunque ninguno de los miembros permanen- tes --Francia, Gran Bretaña, Rusia, EEUU y China-- tienen interés en la ampliación.