Consuelo González, ex rehén de las FARC de Colombia, se declaró "enemiga" de cualquier intento de rescate militar de los centenares de secuestrados en poder de la guerrilla y advirtió de que esas acciones equivaldrán a una sentencia de muerte.

En una extensa entrevista concedida al diario brasileño "Folha de Sao Paulo" en su casa de Bogotá seis días después de ser liberada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, González afirmó que "la tentativa de rescate es una condena a muerte. No hay nada que hacer, la experiencia nos dice eso". La ex rehén explicó que en un intento de rescatar a 11 diputados se produjo un enfrentamiento y "la reacción de la guerrilla fue matarlos".

"Nos notificaron: ante cualquier intento de rescate, hay orden de asesinarnos. Porque ellos (las FARC) tienen el criterio de que no se puede rescatar un rehén vivo. Hoy soy enemiga del rescate porque es morir", agregó. En la entrevista concedida al diario paulista, González habló ampliamente sobre el día a día de sus seis años de cautiverio en campamentos en la selva y cuestionó las estrategias del más importante grupo irregular del país andino.

"Creo que todo movimiento que se llame revolucionario tiene que tener como punto central de su acción el ser humano", respondió cuando los periodistas le preguntaron "cómo clasificar a las FARC". "No entiendo como la FARC, si tienen como propósito defender al hombre, utilizan como medio de lucha una práctica tan dolorosa y triste como la del secuestro", indicó. Pidió al movimiento guerrillero "revisar ese mecanismo de los secuestros y entender que así no pueden avanzar ni obtener los resultados políticos que quieren dentro de su lucha revolucionaria".

González, de 57 años y militante del partido Liberal, era diputada cuando fue secuestrada en 2002. Fue liberada la semana pasada junto con la ex candidata a la vicepresidencia Clara Rojas. Sobre los cerca de 700 secuestrados con fines económicos que también están en poder de la FARC, la ex diputada consideró que los familiares de esas personas "no tienen otra opción a no ser sentarse y negociar con los señores que los tienen secuestrados".

En cambio, "los secuestrados políticos y prisioneros de guerra no pueden sentarse a negociar con la guerrilla de manera aislada por determinada cifra porque no le interesa a la FARC", explicó. Respecto al papel del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en las negociaciones para liberar rehenes, González la consideró "muy importante", así como la presencia de Argentina, Brasil, Ecuador y los demás países de América y Europa. No obstante, indicó: "estoy consiente de que la solución deberá darse entre el gobierno colombiano, presidido por el doctor Alvaro Uribe y las fuerzas insurgentes de las FARC, que tienen a los rehenes".

Para González, la FARC no van a flexibilizar su posición de reivindicar una zona desmilitarizada para poder iniciar los diálogos de intercambio humanitario, una acción política que tiene que terminar en un hecho político. "Espero que esa posición fija y radical de la guerrilla cambie en algún momento, y que el presidente Uribe, en su posición humanista, entienda que corren riesgo las vidas de ciudadanos de bien", concluyó.