Mientras Italia aún trata de descifrar la bomba política activada por Matteo Renzi, se multiplican las evidencias de que ni dentro del partido del líder de Italia Viva (IV) hubo un consenso unánime en la decisión de abandonar el Gobierno italiano y desencadenar una crisis institucional en plena pandemia. En conseguir el apoyo de estos disidentes internos, y el de otros legisladores de partidos pequeños, se centran ahora -y así seguirá durante todo el fin de semana- los esfuerzos de Giuseppe Conte para evitar la caída de su coalición.

No hay mucho tiempo. De acuerdo con la agenda establecida, Conte acudirá la próxima semana al Parlamento para explicar la crisis y comprobar si tiene un número suficiente de parlamentarios para seguir adelante (el llamado voto de confianza). En concreto, Conte comparecerá el lunes en la Cámara de Diputados y el martes en el Senado, donde le será más difícil alcanzar la mayoría que necesita.

No obstante algunas señales reman a favor del primer ministro italiano. La primera es que algunos integrantes y aliados del partido de Renzi están pensando en abandonarle, tal como ya hizo el histórico directivo socialista Riccardo Nencini. "Estos no son momentos para entrar en tierras incógnitas. Nosotros queremos seguir construyendo", ha afirmado Nencini, al explicar que su decisión de apoyar a Conte está en sintonía con lo pedido por el presidente italiano, Sergio Mattarella.

Nuevo grupo

Otro es el caso del Movimiento Asociativo de los Italianos en el Exterior (Maia), que este viernes, adelantándose a los democristianos de la UDC, anunció su intención de crear un nuevo grupo en el Senado, en el que podrían confluir los parlamentarios de partidos pequeños que quieren apoyar a Conte. Su líder, el italo-argentino Ricardo Merlo, ya ha dicho que su apoyo a Conte es "absoluto". La actitud de Renzi "debería ser analizada por un psicólogo" y esta crisis es "totalmente inexplicable e inoportuna", afirmó al diario argentino 'La Nación'.

"Los italianos quieren un Gobierno, no una crisis", ha dicho, en la misma línea, Renato Brunetta, diputado de Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi. De aquí también, según ha filtrado la prensa italiana, podrían llegar apoyos fundamentales para Conte. Se sumarían a los del Movimiento 5 Estrellas (M5S) y del Partido Democrático (PD), que -junto a la más pequeña Izquierda y Libertad-, han confirmado en estas horas su sostén a la actual coalición.

La circunstancia es que muchos están decepcionados por el comportamiento de Renzi, quien ha recibido críticas durísimas desde que anunció su decisión. Un ejemplo es el del moderado exprimer ministro Enrico Letta, cuyo Gobierno cayó en 2014 precisamente por culpa del florentino. "(Renzi) se debería preguntar por qué no hay ni un líder ni un diario extranjero que le haya dado la razón, y por qué solo el 10% de los italianos piensan que está haciendo lo correcto", ha dicho Letta, quien consideró que las maniobras del político son una "locura".