Continúa hoy ante el Tribunal Supremo el juicio sobre el recurso a la condena al expresidente del Gobierno Silvio Berlusconi a cuatro años de prisión y cinco de inhabilitación para el ejercicio de cargos públicos por fraude fiscal en el caso Mediaset.

La sentencia del Supremo se espera para la tarde de hoy o para mañana, después de que los cinco jueces que componen el Tribunal escuchen a los abogados de todas las partes.

Por parte de Berlusconi hablará el abogado que ha seguido el caso, Nicolò Guedini, y también tomará la palabra en último lugar otro de los letrados de "Il Cavaliere", Franco Coppi.

Coppi aseguró hoy que en su alegato, que durará una hora y media, formulará los 50 puntos por los que piden la anulación total de la condena en apelación.

Durante la mañana se escucharon a los abogados de los otros imputados, ya que el Supremo también examina la condena en apelación de dos dirigentes de Fininvest, el grupo de la familia Berlusconi al que pertenece Mediaset, Daniele Lorenzano, condenado a 3 años y 8 meses de cárcel y Gabriella Galetto, a un año y dos meses.

También estudia la situación del empresario y productor Frank Agrama, sobre el que pesa una pena de 3 años.

Berlusconi espera la sentencia en el Palacio Grazzoli, la residencia que posee en el centro de Roma, donde en estas horas ha recibido a su brazo derecho, Gianni Letta y, según los medios italianos, mañana pueden llegar sus hijos mayores, Marina y Piersilvio.

Los magistrados tendrán que tener en cuenta en su decisión la larga comparecencia de ayer del fiscal del Supremo, Antonello Mura, que solicitó la confirmación de la condena (dictada en primera y segunda instancia en octubre de 2012 y mayo pasado), pero pidió una reducción de la inhabilitación de cinco a tres años al asegurar que así lo marcaba la ley.

Mura alegó que la pena de cárcel, que quedará reducida a un año por la llamada ley del indulto, era justa, ya que Berlusconi personalmente fue el autor de la trama para defraudar al fisco.

Según la sentencia de apelación, Berlusconi habría acumulado cerca 280 millones de euros en fondos "negros" que desvió a empresas no declaradas gracias a la compraventa de derechos televisivos negociados con el productor estadounidense Frank Agrama y por los que no se pagaron impuestos.

Durante todos estos años han prescrito los delitos de fraude fiscal relativos a los años pasados, por lo que la condena se refiere sólo a la evasión de cerca de 7 millones de euros en las declaraciones de la renta de Mediaset en los años 2002 y 2003.

Tras dictarse sentencia en apelación en mayo, el Supremo decidió a principios de julio examinar de forma inmediata el recurso presentado por el exmandatario, y fijó la vista para ayer para evitar la prescripción de una parte de los hechos delictivos.

En Italia se viven horas de nerviosismo a la espera de saber si Berlusconi, de 76 años, desaparecerá así de la escena pública, dejará huérfano a su partido y pondrá en la cuerda floja al salir del Gobierno de coalición de Enrico Letta, del Partido Democrático (PD).

Algunos medios de comunicación apuntan hoy que Berlusconi espera una importante reducción de la inhabilitación, lo que le permitiría esperar en la sombra para poder volver a presentarse a las elecciones.

En el caso de que el Supremo ratificara ahora la condena, el actual senador Berlusconi tendría que esta pena en arresto domiciliario o realizar trabajos para la comunidad, al tener más de 70 años.

También el Tribunal Supremo puede absolver definitivamente a Berlusconi o indicar que vuelva a realizarse un nuevo juicio en apelación y en ese caso algunos de los delitos prescribirán.

En caso de condena, debido a la inmunidad de la que gozan los parlamentarios, y Berlusconi es senador, el Parlamento tendrá que decidir con un voto secreto para dar su autorización a la efectividad de la sentencia.