Las protestas exigiendo la repetición de la segunda vuelta electoral acabó con la intervención militar que selló la suerte de Evo Morales. La autoproclamada presidenta provisional, Jeanine Áñez,tiene 90 días para llamar a nuevas elecciones. Áñez y el bloque de derechas carecen de la fuerza para borrar de la faz de la tierra a Morales que, a su vez, no está en condiciones de conseguir un regreso triunfal a su país. El partido de Morales controla las dos cámaras, pero Áñez podría disolverlas.