Las afirmaciones del jefe del grupo de expertos de la CIA, David Kay, que declaró ante el Congreso que su equipo no ha encontrado armas de destrucción masiva en Irak, han desatado una tormenta en EEUU. Destacados congresistas cuestionan abiertamente la política del presidente norteamericano, George Bush, quien, claramente a la defensiva, ayer volvió a defender públicamente su decisión de lanzarse a la guerra contra el régimen de Sadam Husein.

"No me complace lo que he escuchado hoy" , afirmó el senador republicano por Kansas, Pat Roberts, tras la comparecencia de Kay. Roberts subrayó que el Comité de Inteligencia de la Cámara alta, que él preside, seguirá investigando por qué la CIA y otras agencias se equivocaron tanto al evaluar los programas armamentísticos de Irak.

DECISION "INSOLITA"

Más contundente aún fue el senador demócrata por Virginia Occidental, John Rockefeller, quien arremetió contra la doctrina del ataque preventivo con la que Bush justificó el ataque contra Irak. "Creo --afirmó Rockefeller-- que es insólito que se tomara la decisión de ir a la guerra y que los más altos responsables de las decisiones políticas nos dijeran que había una amenaza inminente". El senador añadió: "Esto hace plantear cuestiones muy reales sobre la llamada doctrina del ataque preventivo y sobre la forma en que se toman las decisiones al más alto nivel".

En medio de este clima, Bush hizo ayer una comparecencia inesperada ante la prensa en el jardín de la Casa Blanca para volver a defender su decisión de atacar a Irak. El mandatario subrayó que el informe de Kay "demuestra que Sadam Husein era un peligro para el mundo". Bush insistió en que Irak tenía una red clandestina de laboratorios de armas biológicas. "Este Gobierno combatirá todos los peligros, sean los que sean", añadió.

La creciente controversia sobre Irak está erosionando la credibilidad de Bush y las encuestas revelan una caída en la confianza que el presidente merece ante la opinión pública. El último sondeo del rotativo The New York Times y la cadena de televisión CBS revela que sólo un 45% de los estadounidenses confía en la capacidad del presidente para gestionar de forma adecuada una crisis internacional, mientras que un 50% se sienten incómodos con la actuación de Bush. El pasado mes de abril, en cambio, un 66% expresaron plena confianza en el presidente.

SIN SORPRESAS

El exjefe de los inspectores de la ONU en Irak, Hans Blix, se pronunció también ayer sobre el informe de Kay y dijo que no había causado "ninguna sorpresa". "El punto más importante es que confirma que no han encontrado armas de destrucción masiva de ninguna clase".

En declaraciones a la cadena británica BBC, Blix dijo que EEUU ha fracasado en sus intentos de aportar pruebas que demuestren que la amenaza de Irak era tan importante como para justificar la guerra. "Si Irak podía desarrollar armas de destrucción masiva en cinco o 10 años --dijo--, esto no es una amenaza inminente".