Nuevo escándalo mayúsculo en Alemania por la presencia de radicales ultraderechistas en la policía. Hasta cinco agentes de la comisaría de Fráncfort, cuatro hombres y una mujer, habrían sido suspendidos de sus cargos al destapar que en sus chats privados glorificaban el nazismo y repetían mensajes xenófobos. El caso podría adoptar un tono más grave después de que se les haya vinculado a una amenaza de muerte contra una abogada y su hija.

Según destapaba el lunes la prensa alemana, el pasado 2 de agosto la abogada turcoalemana Seda Basay-Yildiz recibió un fax en el que se la advertía de que si no abandonaba Alemania se arriesgaba a ver la «matanza» de su hija, de tan solo 2 años. «Será mejor que te largues de aquí mientras estás viva, cerda», decía el texto. En la nota se incluía el nombre de la menor así como la dirección de la residencia privada de la letrada. Eso hizo sospechar a las autoridades de qué el autor debía formar parte de grupos con información confidencial.

La Fiscalía de Fráncfort investiga ahora si hay una posible incitación al odio y si ese fax corresponde a los agentes suspendidos por mandarse simbología anticonstitucional, una vulneración penada en Alemania incluso con la cárcel.

Para más inri, esos mensajes estaban firmados como ‘NSU 2.0’, en referencia a la célula terrorista neonazi Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU), un grupo que entre el 2000 y el 2007 asesinó a hasta nueve inmigrantes en Alemania y a una agente de policía. El escándalo salpicó a los servicios de inteligencia alemanes.

Basay-Yildiz representó como abogada a la familia de una de las víctimas de este grupo nazi que durante años operó por el país con práctica impunidad. El pasado 11 de julio, la justicia alemana condenó a la única superviviente de la NSU, Beate Zchäpe, a cadena perpetua. En septiembre la policía de Sajonia ya suspendió a uno de sus agentes por usar ‘Uwe Böhnhardt’ como clave, el nombre de otro de los integrantes de la célula terrorista.

Basay-Yildiz ya estaba acostumbrada a las amenazas. Como abogada, recientemente también ha representado a islamistas como Sami A., conocido por haber sido presuntamente antiguo guardaespaldas de Osama Bin Laden. Su caso se popularizó este año después de que consiguiese frenar su deportación, una decisión de acorde con la ley que fue muy polarizante. Los jueces que llevaron ese caso también recibieron amenazas por su sentencia

ENVÍO SOSPECHOSO / La investigación interna de la Oficina Criminal Policial del estado de Hesse descubrió que, poco antes de que se enviara el fax, el ordenador de un agente estacionado en Fráncfort había accedido a una base de datos confidencial en la que estaba la dirección de Basay-Yildiz. La policía registró oficinas en la capital económica del país así y en el distrito de Marburg-Biedenkopf.

Este caso también es especialmente polémico por la alargada sombra que proyecta. Las investigaciones internas contra estos agentes de la policía y la amenaza a la abogada empezaron en agosto. Sin embargo, de las informaciones reveladas se desprende que la policía no dio cuenta a su ente superior, la Oficina Criminal, de que la investigación apuntaba a agentes de entre sus propias filas. Según círculos internos de la investigación citados por el Frankfurter Allgemeine Zeitung, la policía niega las sospechas y quiso resolver el caso por su lado para no generar mayor revuelo. Justo al contrario de lo sucedido.

Este miércoles, el ministro del Interior de Hesse, Peter Beuth, comparecerá en una sesión especial de una comisión de investigación para dar más detalles sobre el caso. En esta se analizarán todos los casos de ultraderechistas y neonazis en los cuerpos de seguridad, tanto de Fráncfort como de Hesse. Beuth, miembro de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de la cancillera, Angela Merkel, ha prometido mano dura: «Independientemente de quién las cometa, las faltas de conducta serán castigadas con severidad».

El escándalo no termina aquí. El pasado lunes el reconocido abogado alemán Mustafa Kaplan denunció ante la Fiscalía de Colonia haber recibido un mensaje con amenazas violentas y también firmado como ‘NSU 2.0’. Según las informaciones a las que ha tenido acceso el diario Der Spiegel, en este correo electrónico se amenaza con «palabras confusas» con matar a niños y funcionarios y pide el pago de hasta 10 millones de euros en la criptomoneda Bitcoin. Este mensaje también ha sido enviado a una lista formada por abogados defensores, periodistas, oficinas de prensa y las autoridades que llevan a cargo la investigación. El nombre tras el que se esconde el autor de esas amenazas es ‘Wehrmacht’, el del ejército nazi. Sin embargo, no hay indicios de que esas informaciones estén vinculadas al caso de Fráncfort.

Como Basay-Yildiz, Kaplan fue abogado de una de las víctimas de ese grupo neonazi. También representa al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en una disputa legal con el cómico televisivo Jan Böhmermann. «Aparentemente su intención es silenciar a todos aquellos que tenemos origen extranjero», dice Kaplan al Der Spiegel.