El Gobierno norcoreano decidió no responder a las acusaciones de Washington y Tokio según las cuales Pyongyang prepara el lanzamiento de un misil balístico de largo alcance. En cambio, optó por la retórica hostil y amenazó con "aniquilar" a EEUU si se desata un conflicto entre ambos países. "En caso de que los enemigos enciendan la mecha de la guerra, el Ejército y el pueblo norcoreanos eliminarán sin piedad a los agresores", reza un mensaje que divulgó ayer la oficial Agencia Central de Información de Corea del Norte.

El régimen encabezado por Kim Jong-il acusó a EEUU de empeñarse en provocar una guerra "con su política antinorcoreana y el apoyo de seguidores como Japón y otras fuerzas belicosas". Washington y Pyongyang llevan años de enfrentamiento por el programa norcoreano de armamento, en especial por su vertiente nuclear, y el presidente estadounidense, George Bush, llegó a incluir a Corea del Norte en su "eje del mal".

El ministro de Exteriores japonés, Taro Aso, aseguró que tanto su país como EEUU "responderán con dureza" si Pyongyang lanza el Taepodong-2, un misil con alcance suficiente para atravesar el Pacífico y llegar hasta territorio estadounidense.