El régimen comunista de Corea del Norte plantó cara a la comunidad internacional y puso a prueba ayer un misil de largo alcance que, según Estados Unidos, acabó cayendo en aguas de Pacífico, tras sobrevolar Japón. Pyongyang, sin embargo, aseguró que el cohete que despegó ayer de su territorio transportaba un satélite de telecomunicaciones que está en órbita alrededor de la Tierra. En un comunicado conjunto hecho público en Praga, Estados Unidos y la Unión Europea condenaron lo que calificaron de "provocación" norcoreana.

El cohete, bautizado Unha-2, despegó a las 11.30 de la mañana hora local, madrugada en España, desde la base de Musudan-ri, situada en el noroeste de Corea del Norte. En tan solo siete minutos alcanzó el espacio aéreo japonés y pasó por encima de la isla nipona de Honshu. Según dijo ayer el Comando de Defensa Aeroespacial de EEUU, el primer impulsor del cohete cayó poco después del lanzamiento en el mar que une la península coreana y Japón, mientras que las otras dos partes, incluida la carga explosiva, lo hizo en el Pacífico. En todo caso, nunca antes un cohete norcoreano había llegado tan lejos, como recordó ayer el Gobierno de Japón.

La versión de Pyongyang fue muy distinta. Según el régimen del presidente Kim Jong Il --que gobierna con mano de hierro uno de los países más pobres, herméticos y aislados del mundo--, la puesta en el espacio del satélite Kwangmyongsong-2 fue "todo un éxito" y en tan solo nueve minutos ya estaba en órbita, mientras transmitía canciones de exaltación a los dos líderes inmortales del país: Canción del general Kim Jong Il y Canción de Kim Il Sung , padre del actual presidente, informó la agencia de noticias oficial norcoreana.

REPULSA "Esta acción exige una respuesta de la comunidad internacional, que incluya al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, para demostrar que sus resoluciones no pueden desafiarse con impunidad", reza parte del comunicado hecho público ayer por EEUU y la UE. El presidente estadounidense, Barack Obama, pidió una "respuesta internacional fuerte" contra el régimen de Pyongyang. "Con este acto provocador Corea del Norte ha hecho caso omiso a sus obligaciones internacionales", dijo Obama.

Poco después de que Corea del Norte realizara en el 2006 una prueba nuclear y lanzara un misil tipo Taepodong-2, el Consejo de Seguridad decretó dos resoluciones --la 1.718 y la 1.675--, que instaban a las autoridades comunistas a abandonar las armas nucleares y suspender todas las actividades relacionadas con el programa de misiles balísticos. A diferencia de la de ayer, la prueba de hace tres años cogió por sorpresa a la comunidad internacional. Entonces, los misiles se precipitaron al mar apenas 42 segundos después de despegar.

A petición de EEUU y Japón, el Consejo de Seguridad se reunió ayer de urgencia. Washington y Tokio desean que se endurezcan las sanciones contra Corea del Norte, pero no será fácil. Pyongyang cuenta con un gran aliado, China, miembro permanente del Consejo y con poder de veto. Pekín quitó hierro al asunto e intento calmar los ánimos. Rusia, por su lado, hizo un llamamiento a la calma y la prudencia.