El régimen comunista de Corea del Norte ha ejecutado al exdirector de finanzas Park Nam-gi por el fracaso de la reforma monetaria de noviembre. Park fue fusilado bajo la acusación de "haber llevado a la ruina la economía del país de forma planificada".

Fuentes consultadas por la agencia oficialista Yonhap aseguran que el Gobierno ha hecho recaer toda la responsabilidad del fracaso, que ha conllevado un importante descontento social, en el exdirector. Añaden que la decisión de revaluar el won por primera vez en 17 años adoptada por Park agravó las penurias alimentarias en el país y potenció problemas sociales. La revaluación de la moneda en un 100% supuso un aumento desorbitado de los precios y la devaluación de los ahorros. Ni la élite política ni la ciudadanía ven creíble la explicación del Gobierno.