El conflicto norcoreano se agravó ayer con nuevos misiles y amenazas, una espiral que dificulta ya la marcha atrás y la solución sosegada. Pyongyang lanzó ayer un nuevo misil, el sexto desde el ensayo nuclear del fin de semana. El misil tierra- aire fue disparado ayer desde la base de Musudan-ri. Según Seúl, tiene un alcance de 240 kilómetros, superior a los anteriores.

La tensión sigue aumentando en las aguas que rodean la península coreana, justo en plena temporada de pesca del cangrejo. Más de la mitad de los 240 barcos chinos han optado por marcharse. En esa misma zona ya hubo dos enfrentamientos navales entre las dos coreas en la última década que acabaron con muertos. Las tropas surcoreanas y estadounidenses elevaron su alerta el jueves al mismo nivel que hace tres años, tras el primer ensayo nuclear.

Fotos por satélite tomadas por EEUU mostraron ayer movimiento de vehículos en un lugar desde donde el régimen lanza misiles, lo que puede suponer que se dispone a lanzar un cohete de largo alcance.

Además, Pyongyang lanzó otro de sus inflamados comunicados a través de su agencia oficial, haciendo ver que su "paciencia tiene un límite" y resaltando la "hipocresía" de las condenas internacionales: "Nuestro ensayo ha sido el número 2.054 del mundo. Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU son responsables del 99,99 % del total".

AMENAZAS El régimen del tirano Kim Jong-il también amenazó a la ONU en previsión de las nuevas sanciones que ya se dan por hechas, dejando claro de nuevo que ya no se siente vinculado por el armisticio firmado tras la guerra de Corea (1950-1953).

Las presiones internacionales dificultarán el apoyo que China suele prestar a Corea del Norte en situaciones parecidas.