El régimen norcoreano rechazó ayer el envío de ayuda humanitaria por vía terrestre desde Corea del Sur para socorrer a las víctimas del accidente ferroviario de Ryongchon, ocurrido el jueves. Cinco días después de la tragedia, las autoridades de Pyongyang ofrecieron su primer recuento de víctimas: 150 muertos y 1.300 heridos, cifra ligeramente diferente a la que barajan las organizaciones internacionales: 161 muertos y 300 heridos.

La agencia oficial norcoreana KCNA explicó que la explosión que provocó el choque de dos trenes causó "importantes daños" en un radio de un kilómetro y medio. Un 40% de la ciudad de Ryongchon, donde viven 120.000 personas, resultó destruida, según Cruz Roja.

LA DESOLACION Las asociaciones humanitarias que han podido acceder a la zona siniestrada dan fe de un panorama desolador e insisten en la urgencia de que llegue ayuda. Trabajadores del Programa de Alimentación Mundial (PAM) describen a niños que se retuercen de dolor por falta de analgésicos, con sus rostros quemados y heridas cosidas con cordel, informa Reuters. "El sufrimiento y la indigencia que hemos constatado no pueden ser aliviados con una simple operación de socorro de urgencia", advirtió Cruz Roja Internacional.

La ayuda humanitaria tardaría sólo cuatro horas en llegar a la región si Corea del Norte abriera su frontera terrestre con su vecino del sur, algo que Pyongyang rechazó. Como alternativa, el régimen estalinista propuso que la ayuda desembarque en Corea del Norte por el puerto de Nampo (suroeste), con lo que el material tardará dos días en llegar a los damnificados. Los "detalles técnicos" del transporte serán discutidos hoy en la ciudad fronteriza de Kaesong.

La frontera intercoreana, resultado de la guerra librada en la península entre 1950 y 1953, es la más vigilada del mundo. La decisión de Pyongyang de no abrirla para permitir el paso de la ayuda da al traste con las esperanzas de apertura en el régimen más hermético del mundo que, excepcionalmente, ha aceptado ayuda internacional para hacer frente a la tragedia.

SIN PRECEDENTES En un hecho sin precedentes, el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, anunció que EEUU ofrecerá asistencia financiera y otro tipo de ayuda a Corea del Norte, país que el presidente George Bush incluyó en el eje del mal junto con Irán e Irak. Powell subrayó que Washington coordina con la ONU el tipo de asistencia que aportará a las víctimas.

Un avión ruso con 30 toneladas de mantas, tiendas y aparatos de transfusión sanguínea partió ayer de Moscú.